La historia del Sáhara, estrechamente relacionada con la de España

El Sáhara ha sido durante años protagonista silencioso de nuestra política exterior. Y, también, de nuestras relaciones con Marruecos. Un territorio unido a la historia de España.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La noticia saltaba a los medios el pasado viernes. En un paso para muchos insólito, España avalaba que la mejor solución para el conflicto del Sahara era la integración del territorio en Marruecos, pero gozando de autonomía. Vamos, que el gobierno de Pedro Sánchez avalaba en todo las tesis de Rabat. Lo hacía para salvar unas relaciones que atravesaban uno de los peores momentos de su siempre complicada historia. La embajadora de Marruecos vuelve a Madrid, pero Argelia retira el suyo, ofendida por lo que entiende es una traición al histórico compromiso español con los saharauis, de los que Argel es el gran valedor.

El Sahara ha sido durante años protagonista silencioso de nuestra política exterior, y de nuestras relaciones con Marruecos. Un territorio unido a la historia de España, que ahora vive, con esta decisión, una nueva vuelta de tuerca. España como sabemos dio forma a un territorio, y su población y su historia creaban una unidad que justificaba la independencia dentro del proceso de descolonización, frente a la voluntad expansionista de Mauritania o Marruecos, o el propio sueño franquista de mantener el Sahara como provincia española.

La Marcha Verde y los Acuerdos de Madrid de 1979 abrieron una etapa nueva en la que el Frente Polisario pudo pugnar frente a Marruecos y Mauritania, hasta incluso poder soñar con hacer realidad esa independencia. Desde 1991 un alto el fuego entre Marruecos y el Polisario domina el panorama del conflicto, con la franja más oriental del Sahara bajo el control efectivo de la República Saharaui.

En el siglo XXI los planes diseñados por el antiguo secretario de los Estados Unidos, James Baker y auspiciados por Naciones Unidas acercaron aun más una solución del conflicto que diese contenido al mandato de realizar un referéndum de autodeterminación. Pero Marruecos se cerró en banda. Sabe que el tiempo corre a su favor, y que nadie va a dar pasos firmes por un pedazo de tierra pobre y desértico, de cuya gente sabemos demasiado poco.

El pasado año, el Polisario buscó devolver el conflicto a la actualidad. En abril, cuando se descubrió que el líder del Polisario estaba recibiendo tratamiento médico en España, saltaron por los aires las relaciones entre España y Marruecos. Y con la decisión del gobierno de Pedro Sánchez, una vez más, como siempre, Marruecos parece que será de nuevo la gran vencedora de cada uno de los avatares de la historia reciente del Sahara Occidental.