Expósito: "23 años del asesinato de Miguel Ángel Blanco, 22 escaños de Batasuna en el parlamento vasco"
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Escucha el mensaje que nos dejó ayer una oyente en el buzón de La Linterna.
¿Sabes qué es lo que nos ha pasado? Algo tan elemental como sencillo: la educación. Nos ha pasado, querida oyente, que estamos perdiendo la batalla de la educación. Y los niños o adolescentes de estos años atrás, hoy votan. Y esos niños vascos y vascas que no saben quién fue Miguel Ángel Blanco, votaron ayer. Y seguirán votando. Y los que hoy tienen 15, 16 o 17 votarán dentro de cuatro años.
Hace ya unos cuantos años, un tal James Carville era el jefe de gabinete, campaña, prensa el Hombre para todo, el Iván Redondo de Bill Clinton. Uno de los eslóganes que James Carville se sacó de la manga fue: La economía, estupido, es la economía. Y Bill Clinton ganó las elecciones. Pues ahora a Sánchez, antes de ayer a Rajoy o a Zapatero y más atrás a Aznar y a Felipe González habría que haberles apuntado la frase: "La educación, estupido, es la Educación".
Seamos sinceros, esto no tiene pinta de arreglarse y, si me apuras, con este Gobierno y con sus socios, ni te cuento. Mi amigo José Antonio me apunta: 23 años del asesinato de Miguel Ángel Blanco, 22 escaños de Batasuna en el parlamento Vasco. Y es que, seamos sinceros, ese sistema educativo ha contado el relato a la manera que conviene, por supuesto, al titular de las competencias. El famoso relato ¿te acuerdas? El relato de la Historia. La verdad sobre la Historia reciente de una banda asesina y mafiosa que, sin embargo, se ha blanqueado. Y hay algo peor. Y es que no solo esos niños y jóvenes que, insisto, ya votan no solo son vascos. El conjunto de los niños de toda España tampoco lo saben.
¿Qué nos ha pasado? nos decía la oyente, pues eso. Nos ha pasado y no pasa. La educación.
Y no solo por el sistema educativo que es lo principal. No solo. También por el periodismo. No tendremos influencia en esos alumnos que ya votan o en los que van a votar, pero SI nos leen y nos escuchan sus padres y la política.
Nosotros también hemos cedido, como oficio, a ese relato y a ese blanqueamiento. Seamos sinceros y autocríticos en general. Y de eso, de ese blanqueamiento se aprovecha el Otegi de turno y los etarras a los que se homenajea como si fueran héroes o a los jefes de aquella ETA que se pavonean escoltados por sus secuaces. Y las victimas al cementerio, a ver si han profanado la tumba de su difunto.
Pero no seamos miopes. Este problema transversal, generacional y sin visos de solucionar no es exclusivo del País Vasco. Qué va. Mira Cataluña y prepárate para Valencia o Baleares. Un buen fundamentalista, un buen chavista sabe que el tiempo juega a tu favor. Quienes han montado el follón que ahora tenemos en y con Cataluña son los hijos políticos y naturales de Pujol. ¿Te imaginas la que liarán los hijos de Torra o de Rufián? ¿Los hijos de los Otegi o de cualquiera de los tres etarras que acaban de ser elegidos diputados en Vitoria?
Aquí nadie piensa a medio o largo plazo. Excepto ellos. No nos extraemos pues de que 23 años después del asesinato de Miguel Ángel Blanco Batasuna tenga 22 escaños. No nos extrañemos del golpe en Cataluña ni lo que vendrá dentro de 5, 10 o 15 años.
La educación, estúpido, es la educación.