Expósito: "¿Fiarías tu teléfono a Iglesias, a Echenique o a Monedero?"

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El caso Dina es el caso Pablo Iglesias. Denominar este caso por el nombre de la ex asesora es restarle importancia. No. El caso no puede llevar el nombre de la presunta víctima o de una asesora más, otra de tantas, por cierto. El caso es él. El caso el del vicepresidente del Gobierno y sus circunstancias. Al César lo que es del César.

Quien se lleva a su antigua alumna a Bruselas, quien la contrata como asesora, quien le esconde la tarjeta del móvil, quien la busca curro en un diario digital para mayor autobombo y muchas más cosas, es quién es Pablo Iglesias.

La libertad de expresión ¿Tu fiarías la libertad de expresión y/o tu teléfono móvil a Pablo Iglesias, a Echenique o a Monedero? Pues ellas sí.

Conviene pues repasar aspectos concretos del personaje para enmarcar. A modo de presentación, esto piensa el macho alfa, protector de asesoras, esto piensa de los medios y de los periodistas.

Me pregunto si el vicepresidente del Gobierno seguirá sintiendo envidia del pueblo venezolano ¿A que ya no? ¿A que ya no mola, aunque lo piense, eso de que la experiencia bolivariana y democrática de Venezuela podría servir como base en el sur de Europa?

Yo mismo se lo pregunté: ¿Es cierto lo que publica ABC del recibo con firma de Hugo Chávez para la fundación embrión de Podemos? "No me consta", respondió. Le insistí y volvió a responder: "No me consta".

¿A que no vuelve a Venezuela al menos en un tiempecito? ¿A que no hay para plantarse allí, desde el casoplón con el mensaje de la libertad, el barrio, la casta y las cloacas?

Que Pablo y Pedro se dieran el abrazo del oso lo entiendo. El poder, todo por el poder y nada más que por el poder. Pero que alguien me explique lo de Zapatero ¿Por qué? Es incomprensible. Salvo por algo que yo, desde luego, desconozco.

Quien fuera alcalde de San Elías, en Venezuela, mi amigo Omar me lo explicó muy clarito: La universidad, los círculos, el poder local o regional y desde ahí al gobierno. Y desde el Gobierno los medios, la justicia, los subsidios y por el Estado. Eso sí, siempre y cuando no se inmiscuyan asesoras, ex asesoras, diputadas o ministras a su cargo.

La prensa enemigo con nombres y apellidos. Se lo comenté esta mañana a Herrera. Empieza a ser un auténtico honor formar parte de la lista de periodistas enemigos de esta gente.

Se creen intocables. Y son temporales. Cuando el macho alfa y no te digo sus súbditas y secuaces cuando ya no estén en sus ministerios, asesorías o mamandurrias. Vicente, Carlos, Olmo, Bustos, Bieito, Paco o yo seguiremos aquí. O allí. Y ellos nos pedirán una tertulia.

Dadme una televisión, recuerda, y el líder de la secta y sus súbditas sumisas. No hay nada más machista que tratarlas como él las trata. Bueno, no, sí que hay algo más machista, y es que ellas se dejen tratar así.

Termino como empecé, que no se inventen enemigos. Ni los periodistas, ni las cloacas, ni el IBEX. El problema son ellos. El problema es él. El problema es que ellas tragan, con perdón, con tal de seguir al líder de la secta.