Expósito, sobre la huelga de Justicia: "Socialmente no somos conscientes de la trascendencia del caos"
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La Justicia, en pleno prácticamente, se ha plantado contra la Administración. Hace pocas semanas fueron los LAJ (los antiguos secretarios judiciales), ahora son los funcionarios en general y en breve jueces y fiscales.
Imagino que la reacción automática (como ocurrió con los transportistas y los autónomos, ¿te acuerdas?) será tildarlos de fascistas, ultraderecha, lo habitual. Peeero, resulta que en este caso NO. Resulta que son funcionarios del Estado. Es más, son altos funcionarios del Estado.
Las asociaciones Asociación Profesional de la Magistratura, la Francisco de Vitoria, Foro Judicial Independiente, la Asociación de Fiscales y la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales han anunciado este lunes su intención de convocar una huelga indefinida de jueces a partir del 16 de mayo por la "falta de dotación" a la Justicia, ya que consideran "insuficiente" los recursos destinados en los Presupuestos.
El paro comenzaría a un mes de la celebración de las elecciones municipales y autonómicas. Me imagino a la ministra de Justicia (que se llama Pilar Llop) en el Metro comentando la jugada.
El comunicado conjunto dice, literalmente: "En la Administración General del Estado la administración de Justicia es la cenicienta, las cargas de trabajo que tienen los tribunales y fiscalías afectan tanto a la calidad y rapidez de la respuesta judicial como a la salud de la judicatura y los miembros de la fiscalía"...
"Y todo --añaden-- se fía a planes de refuerzo y a la dedicación de profesionales, que no puede ser el único remedio a la sobrecarga y elevada litigiosidad".
Un par de preguntas: ¿Te imaginas que esa huelga y el caos correspondiente se lo plantearan a Isabel Díaz Ayuso? ¿Te imaginas las tertulias, los telediarios y los programas especiales?
Y otra, ¿somos conscientes (como sociedad) de lo que significa la Justicia como pieza fundamental en un Estado de Derecho (aunque suena redundante), en el Estado del bienestar?
¿Sabes qué? Creo que no. Creo que socialmente NO somos conscientes de la trascendencia del caos. Ni de sus consecuencias.
Un destacado jurista, de casta familiar que sigue ejerciendo me dijo tiempo atrás que la gente, los votantes o los pagadores de impuestos NO consideramos a la Justicia como se merece porque, por suerte, la inmensa mayoría de la ciudadanía no es usuaria directa de un juzgado ni como víctima o acusada. Y es verdad, piénsalo.
Sí, está ahí, lo vemos en las noticias, opinamos a favor o escandalizados, pero poco más. Y resulta que es tan fundamental como la Educación, la Sanidad o la Defensa.
Y no me refiero solo a los juicios que, por supuesto son la clave de bóveda, sino a los trámites pendientes. Las resoluciones sin traslado porque están almacenadas y sin curso; los trámites paralizados, las citas atrasadas, los autónomos o trabajadores pendientes de un pago o una transferencia, un arbitraje...
Evidentemente toooodo el mundo quiere más dinero, más partida con cargo a los presupuestos generales del estado. Pero me pregunto: ¿Te imaginas que la Administración de Justicia tuviera la misma inversión, soporte, medios y sistemas informáticos que la Hacienda Pública?
Se confirma que, si se quiere, se puede. Y que se sabe hacer. El problema es que (a diferencia de Hacienda) la Justicia cuesta y no genera y, de hecho, apenas se ve. Por eso es la Cenicienta en el cuento de nuestras administraciones públicas.
Mientras tanto seguimos en campaña electoral. los restos mortales de José Antonio Primo de Rivera ya han sido exhumados del Valle de los Caídos y el Rey ha entregado el premio Cervantes al escritor venezolano Rafael Cárdenas. Pedro Sánchez no se ha dignado a aparecer.
Y prosigue in crescendo el desastre en Sudán.
Esta mañana llegaron a Madrid los 34 españoles evacuados desde Jartum y 38 civiles de otros países europeos y latinoamericanos. En el grupo de evacuados por España hay portugueses, italianos, polacos, irlandeses, mexicanos, venezolanos, colombianos y argentinos.
El rescate y la evacuación ha sido una operación de alto riesgo con vehículos blindados, operaciones especiales, paracaidistas y, claro, el Ejército del Aire.
Insisto: No nos olvidemos de África, aunque sólo sea por egoísmo. Y por esos millones y millones de civiles.
Así está el mundo.
¡Ah! Y mi posdata: Alguien lo verá como un asunto menor, hasta anecdótico. Ocurrió ayer domingo en el Camp Nou durante el Barça-Atlético de Madrid.
Una bandera de España con el escudo del Atlético de Madrid provocó la reacción en masa de los seguidores del Barcelona. Un hincha local se encargó de retirarla tido valiente, mientras el resto de la grada pitaba al seguidor del atleti que la había colgado sobre una de las vallas publicitarias del segundo anfiteatro.
Los miembros de seguridad del estadio se encargaron de desalojar de su asiento al seguidor rojiblanco acusado de portar simbología del conjunto visitante durante "partidos de alto riesgo" en las zonas de butacas reservadas para aficionados locales.
Y lo echaron al grito de hijo de puta. Por poner una bandera de España con el símbolo del Atleti.
Insisto. Nos estamos acostumbrando como si nada a cosas inconcebibles en un país normal. O es que ya no somos un país normal.