"Me revienta que Sánchez no se haya dignado a ir a un centro de menores en lo días que ha estado en Canarias"
Expósito analiza en La Linterna el drama de la migración y la dimensión que ha alcanzado en las últimas semanas
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Hemos encendido La Linterna... donde hay que estar. Entendemos este oficio del periodismo así. No puedes abordar como se debe el drama de la inmigración si no has pisado Senegal, Malí, el Congo, Venezuela... no puedes entender la magnitud de esta tragedia humana si no vienes a Canarias. Palma, Adrián, Javi García y yo estamos en el puerto de La Restinga en la isla de El Hierro. Donde hay que estar.
Datos: ultimo balance del Ministerio del Interior. 25.500 inmigrantes han llegado a Canarias hasta 31 agosto, más del doble que el año pasado a estas alturas, en 373 embarcaciones. (161 más que el año pasado).
Por la Península y Baleares han entrado casi 8000. Por Ceuta y Melilla, 2000. En Ceuta se han triplicado las llegadas, sobre todo, en el último mes. Nadando.
No me quiero hacer mala sangre, pero si no lo digo reviento. Cómo me revienta que el presidente del Gobierno no se haya dignado a visitar un centro de menores, un centro de extranjeros, en los 15 días que él y Begoña han pasado aquí enfrente, en el Palacio de La Mareta en Lanzarote.
No entiendo, humanamente, como se las da de progresista y no es capaz de saludar a quienes se juegan la vida por esta gente. No se atreve a oler un cayuco de cerca.
Enfrente de esta orilla del puerto estoy viendo un cayuco a punto de ser destruído. Llegó este fin de semana con casi 200 personas la mayoría subsaharianos pero ¡Ojo! A bordo viajaban unos 50 paquistaníes y sirios. ¿Te imaginas el viaje y las mafias desde Pakistán hasta esta isla de el Hierro?
Te doy mi palabra que impresiona ver las montañas de basura amontonadas en el muelle que han limpiado los operarios del puerto. Ropa sucia, calzado andrajoso, bidones, plásticos, todo lo almacenado en nueve o diez días de travesía desde Senegal.
Me cuentan que, en ocasiones, entre la basura, se encuentra algún cuerpo en descomposición estrujado desde vete tu a saber cuándo...
Te prometo que me da vergüenza hablar de política ante la magnitud bíblica de esta tragedia, que va a empeorar. 2023 fue el año récord en la historia de llegada de migrantes y este 2024 se va a duplicar. Y estas islas Canarias no pueden más.
Y es que esa es otra: Por un lado, desde el resto de España estamos pasando olímpicamente de los canarios de la isla de El Hierro en particular. Conviene recordar que Canarias es España. Y no tenemos derecho a ese error.
Pero por otro impresiona ver la reacción de los canarios. Aquí en El Hierro todos te dicen que son hijos o nietos de emigrantes. Y con esos ojos, con el recuerdo de sus padres o abuelos es como reciben a esos seres hacinados en un cayuco, víctimas del hambre, el yihadismo y las mafias.
Me cuentan que si han llegado 20.000. Otros tantos habrán sido arrojados o se los ha tragado el mar. Y he visto aquí, en el cementerio de El Pinar, las lápidas de los cadáveres sin nombre, tan solo la fecha del rescate y una clave: 145 a 138.
145 A es la clasificación del cayuco y 138 el número del inmigrante desembarcado... porque no fue lanzado al mar.
¡Ah! Y mi posdata: Desde este muelle del puerto de La Restinga choca lo peor y lo mejor del ser humano. Macu Mora es médico de urgencias en el Hospital de Valverde, aquí en el Hierro. Es el resumen perfecto del valor, la entrega, el sacrificio, la vocación.
Macu me enseñó el corazón de su hospital.
Macu es el ejemplo de sanitarios, policías y guardias civiles, voluntarios, Iglesia, Salvamento Marítimo, Cruz Roja... Ellos son ese primer frente que recibe a miles de seres humanos migrantes destrozados, destruidos, muertos o muertos en vida.
Y se emociona cuando recuerda como llegan con sus partes abrasadas, deshidratados y enloquecidos por el sol y el agua del mar.
Y ahí siguen.