Ángel Expósito explica la historia de la conversación interrumpida por las bombas y los disparos de Sudán
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Ya se que Sudán nos coge muy lejos, que lo que esté pasando allí en la mayoría de las ocasiones no pasa de un titular o de un breve comentario pero si hay algo que nos hemos propuesto en La Linterna y en COPE es dar voz a los sin voz. Contar lo que ocurre y estar cerca de los que sufren. Lo hacemos cada día y siempre que podemos desde el lugar donde ocurren las cosas. Al margen de las pelis o de las series de televisión, ¿sabes como suena la guerra? Pues la guerra suena así.
“También hubo problemas tanto ayer como hace 4 días... Ahora podéis escuchar algunos tiros. Ok, voy a parar por los tiros”
Lo estamos escuchando en inglés para que compruebes directamente la crudeza del momento. Es el testimonio del misionero salesiano Jacob Thelekkadan. Él trabaja en la escuela técnica de Jartum, la capital de Sudán, un país que está viviendo un conflicto en el que ya han muerto más de 500 personas debido al enfrentamiento que mantiene el Ejército con las fuerza paramilitares.
A mediados de abril comenzaron los enfrentamientos y te fuimos contando las noticias que nos iban llegando. Hablamos por ejemplo con Monseñor Luis Miguel Muñoz Cárdaba, nuncio apostólico en Sudán, que nos contó la tensión que se vivía en la ciudad. Tenía miedo de que la tensión en las calles acabase provocando una guerra civil, con todo lo que ello implica en uno de los países más pobres del mundo.
“La explosión de este conflicto entre el ejército y los paramilitares ha truncado las posibilidades de conseguir un acuerdo político tan necesario en el país. Los temores se están agudizando de que el conflicto se encone y pueda degenerar, Dios no lo quiera, en una guerra civil. Sería algo catastrófico para la situación tan sufrida del pueblo sudanés”
Tras hablar con el Nuncio intentamos contactar con misioneros que vivían y trabajaban en el país. Y así nos pusimos en contacto con Misiones Salesianas. Les pedimos que nos facilitaran a alguien que estuviera sobre el terreno. Han pasado los días y nos ha llegado el mensaje de este misionero salesiano.
Jacob Thelekkadan nos ha contado que los enfrentamientos armados entre Ejército y paramilitares ha hecho que una de las dos escuelas que tienen los misioneros salesianos en la capital se haya visto afectada por los bombardeos: “El aeropuerto está a 4km de nuestra escuela. El palacio presidencial está a 3 kilómetros de la escuela, y una de las bases de las fuerzas de apoyo están a 2 km. Por todo ello nuestra área se ha convertido en una zona muy activa en el conflicto”.
Todo empezó el pasado 15 de abril
“Los alumnos ya habían salido de una reunión en el colegio, y ya estaban en las clases. Fue en ese momento cuando empezaron los problemas. Tuvimos que enviarles a casa inmediatamente, aunque 25 de ellos no se pudieron ir porque sus casas estaban en medio de los enfrentamientos, y tuvieron que quedarse la noche con nosotros”.
A pesar de que están acostumbrados a situaciones complicadas y peligrosas – te recuerdo que están en un punto caliente del planeta - esta vez fue distinto. La situación llegó al punto de que algunos de los profesores fueron ellos mismos a buscar autobuses para poder enviar a casa a los estudiantes. Desgraciadamente como nos cuenta el padre Jacob Thelekkadan no pudieron sacar a todos los chavales.
Desde el inicio de los enfrentamientos la mayoría de la población se mantiene encerrada en sus casas. Los que tienen medios y pueden tratan de escapar del país, lo intentan porque tienen miedo. Vivir en Jartum, la capital del país es un auténtico infierno. Piensa que como te digo la mayoría de la gente no sale de casa, hay cortes de luz y de agua, y la comida y el combustible empiezan a escasear. A todo esto hay que añadir que no se están respetando los altos el fuego que se están decretando, se han ido violando sucesivamente y la situación empeora cada día. Escucha el relato de este misionero salesiano, sobre todo quédate con lo que suena a su alrededor
“Probablemente acabas de escuchar una bomba que acaba de explotar. Como te decía, no tienen agua, y la electricidad se corta de vez en cuando”.
Fíjate en la capacidad de este hombre para seguir hablando cuando escucha que muy cerca de él ha caído una bomba.. Esa calma, esa tranquilidad para nosotros sería impensable.
Te preguntaba hace un momento que si sabes como suena la guerra. Afortunadamente nuestro conocimiento sobre la guerra lo tenemos a través de las noticias, las películas o las series. Gracias a Dios no las hemos sufrido. La primera vez que yo escuché el sonido de la guerra fue Mosul. Y me sorprendió. Acabábamos de llegar al Hospital de la ciudad, en una zona que las tropas iraquíes había liberado la noche anterior. Allí andábamos entrevistando a las víctimas del Daesh cuando de repente escuché un sonido metálico muy fuerte. Como te diría, era como un volquete.
Inmediatamente busqué el lugar de donde procedía el ruido y a más o menos un kilómetro vi una columna de humo y un avión bombardeando. A medida que el avión iba soltando las bombas, el sonido del volquete metálico se repetía y tras el estruendo comenzaba el humo. Así suena la guerra
Como te digo uno de nuestros objetivos es dar voz a los que no tienen voz, contar lo que ocurre y estar cerca de los que sufren. Por eso te seguiremos contando lo que pase no solo en Sudan, sino en cualquier lugar del mundo donde estén ocurriendo cosas.