Expósito: “Tú, autónomo, después de conocer el organigrama de Presidencia te pones a echar números”
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El director de ‘La Linterna’, Ángel Expósito, analiza el organigrama de la Presidencia del Gobierno y los largos discursos de Pedro Sánchez en sus comparecencias.
Ayer rulaba un tuit maravilloso que firma un tal Tuan: "Cuando termine de hablar Pedro Sánchez ya estaremos en la fase 2". Y es que la estrategia de enrollarse y marear la perdiz es más antigua que el hilo negro.
Es cuestión de repetir, aburrir, hartar, repetir otra vez, reiterar, llenar el discurso de polisílabas, decir muchas veces coletillas tipo "en consecuencia, en tanto en cuanto, niños y niñas, presidentes y presidentas, repetir lo de Comunidades Autónomas, Cabildos, Consells, Diputaciones y provincias" y ya está. Ya hemos llenado hora y pico de comparecencia.
Eso sí, al más puro estilo Obama, das las gracias al periodista por su nombre. "Muchas gracias Ricardo por tus palabras, muchas gracias María por tus preguntas" y bla, bla, bla. Lo más interesante es que todo este laberinto y toda esta verborrea tienen una explicación.
Ayer llegó a mis manos el organigrama de la oficina del Sr presidente. Y te lo advierto, autónomo, cabréate lo justo. Porque estás hasta arriba de facturas, impuestos y burocracia, pero cuando oigas esto vas a saber por qué.
Expósito, sobre el organigrama de la Presidencia
Bajo el cuadro de Pedro Sánchez Castejón penden un mogollón impresionante de cuadros de colores y dependencias. Te resumo.
De lo más alto dependen la Secretaria de Estado de Comunicación, el propio gabinete, la Secretaria General de la Presidencia y dos asteriscos: el Alto Comisionado contra la pobreza infantil y, atento, porque esta es muy buena: La oficina para España nación emprendedora.
A partir de ahí, te lo juro, hablo del gabinete del presidente del Gobierno: El director de gabinete técnico, el director adjunto del gabinete, y de ahí, las direcciones de protocolo, seguridad, planificación y seguimiento; más departamentos de asuntos nacionales, internacionales, análisis y estudios, y asuntos políticos. Más la unidad de medios operativa y la unidad de tecnología de la información, la división de comunicación en movilidad, y la unidad de modernización, calidad y sostenibilidad.
Dentro del organigrama del presidente del Gobierno, quien manda es el director de gabinete que a su vez tiene un director de gabinete del director de gabinete. Te lo juro.
De Iván Redondo penden: el Departamento de Seguridad Nacional, Departamento de asuntos económicos y G20 y otros de macroeconomía, finanzas y asuntos sociolaborales. A su vez, departamento de exteriores, UE, y de estrategia de país a largo plazo. Todas y cada una de estas unidades tienen a su vez unidades de coordinación, desarrollo y mensaje, más una unidad de comunicación con los ciudadanos.
Y termino este impresionante organigrama de la Presidencia del Gobierno con la Secretaria de Estado de Comunicación, de la que dependen las direcciones de nacional, internacional, información autonómica, económica y área digital.
Pero hay más. A la derecha del cuadro aparecen la unidad de logística informativa, la subdirección general de análisis y documentación, unidad de publicidad institucional, la de desarrollo y el Departamento de Comunicación de misiones diplomática. Y dejo fuera las unidades de seguridad (que hay varias) y la unidad de ceremonial del Estado.
Te doy mi palabra que he resumido la estructura de la Presidencia del gobierno. Un complejo funcionarial de altos cargos y direcciones generales, impresionante, en el que cada uno, imagino que buscará su sitio, su papel y su hueco en el discurso del presidente.
Y ahora, tras este carajal, es cuando tú pones echar números con el IRPF, el aplazamiento de las cuotas de autónomos, los seguros sociales y demás impuestos.
¿Tú has oído algo de que se vaya a reducir este galimatías? Y no te digo si lo multiplicas y añades ministerios, delegaciones, diputaciones, consejerías, cabildos, consells, ayuntamientos, defensores, parlamentos, asambleas.
Yo tampoco. Como para redactar un discurso que se entienda.