Expósito: “Ken, dando mítines gratis a la semana y el listo, por detrás, arañando y haciendo la revolución”

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El director de 'La Linterna COPE', Ángel Expósito, reflexiona sobre qué está haciendo y cómo está gestionando el Gobierno el estado de alarma.

Otra quincena más en estado de alarma, lo que se traduce en tres o cuatro Consejos de Ministros más donde colarnos todo tipo de tapicerías. Un estado de alarma ideal para el buen chavista. Un estado perfecto para gobernar a base de decretos ley o decretados con el parlamento adormecido, la justicia en stand by y los más afortunados teletrabajando y, por supuesto, millones y millones de familias subsidiadas, dependiendo de Papá Estado. Lo dicho: El estado de alarma es el estado ideal para el chavista de manual.

Se me ocurren así, de entrada, unas cuantas trampas que nos han colado en el BOE como quien no quiere la cosa. Solo de memoria: Pablo Iglesias en la comisión de Inteligencia; los alquileres y aquella puerta a las expropiaciones, los censos municipales, la flexibilización para los beneficios penitenciarios...

O cómo de tapadillo te clavan la nacionalización de la economía y, por supuesto, la educación. Y ahí entra la famosa ley Celaá y acabar con la concertada y con la educación especial.

Expósito, sobre el Gobierno en el estado de alarma

Expósito, sobre la actuación del Gobierno en el estado de alarma

Es curioso. Porque en verdad lo están haciendo muy bien. Tienes al Ken el de la Barbie dando uno o dos mítines gratis a la semana. Y tienes al listo por detrás, arañando y haciendo la revolución. Son como Maduro y Diosdado Cabello que quien aparece es un títere del auténtico jefe.

En cuanto a estos dos meses y los que nos quedan por delante, el proceso también merece cierta reflexión por nuestra parte, como ciudadanos, pagadores y votantes. Porque primero pecamos de confianza, luego tuvimos miedo y poco a poco estamos llegando al estadio del cabreo. Un cabreo enorme por culpa de la imprevisión, las mentiras, el cinismo y nuestra propia disciplina.

Porque el problema no es el estado de alarma en sí. No. Por supuesto que hay que aislarse y autoresponsabilizarse. El problema es quien acciona el botón de alarma y quien lo mantiene pulsado. Quien aprieta el botón rojo y quien va a gestionar el día después quiere el poder de manera absoluta. Y ya lo tiene. Y se van a agarrar al sillón con uñas y dientes.

Si no... ¿Cómo se explica que, con la que está cayendo, tengamos el Consejo de Ministros más numeroso e inoperante de nuestra historia? ¿Cuánto cuesta eso en asesores, directores generales, gabinetes, prensa, redes, mamporreros y mamporreras?

¿A nadie se le ha ocurrido, aunque solo sea por decoro, aunque solo fuera por el qué dirán, a nadie se le ha ocurrido adelgazar la Administración?

Oooootro ejemplo del buen castrismo. O te compro con un subsidio o te compro con un curro para que no hagas nada... pero cobres. Es lo que tiene el estado de alarma, me lo vote quien me lo vote, que una vez me lo aprueban, hago lo que me viene en gana. ¿Y qué pasa?

Todo sea por la Patria. Y para eso, si es preciso, soltamos a Adriana Lastra, lanzamos a José Luis Ábalos o, ya la guinda, damos rienda suelta a que Echenique nos hable del amor a España. Y por encima de ellos el líder ¡Oh amado Pablo! y otro, encantado de haberse conocido que no es que quiera gobernar España... NO... es que quiere ser presidente del gobierno.

Recuerda, Manual del buen populista: La educación a largo plazo, la movilización callejera en el corto y entre medias, por fases, el poder local, el poder regional y así hasta el gobierno de la Nación.

De libro. Y si es vía decretos en un estado de alarma... miel sobre hojuelas

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