"Son las ocho, las siete en canarias…
Lástima que el off the record impida decir quién es quién. Nos obligue, a quienes cumplimos las mínimas normas de ética periodística, a no desvelar la fuente y a guardar el anonimato, siempre que la fuente o quien habla nos lo pida. Nos molestará pero tiene que ser así.
Durante el día de hoy, algún miembro del Gobierno ha dicho que la ministra de Justicia, Dolores Delgado, no va a dimitir, ,“al menos hoy”. Ese “al menos hoy” ha sonado a epitafio.
Otros advierten que la situación política y ante la opinión pública de la ministra de Justicia no hay quien la soporte. En lo personal y en lo institucional. Y menos aún si se corresponde a un ministerio de Estado. Recordemos, que el Ministro de Justicia es el notario mayor del Reino.
Recordemos que junto al Rey, ante cualquier promesa o juramento, quien aparece es, en este caso, Dolores Delgado. Menudo papelón. Y menudo trago para quien comparta plano en la imagen con la ministra. De ahí que salvo Adriana Lastra o Grande-Marlaska haciendo de tripas corazón, nadie se quiere abrasar las manos poniéndolas en el fuego".
En el capítulo de hoy, Dolores Delgado ha estado en el Congreso y le ha caído la mundial: “Ya le adelanto, no voy a dimitir. Y no voy a dimitir, fundamentalmente, porque después de seis años de parálisis política, este Gobierno está trabajando por la ciudadanía”.
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Lo dicho. Como ha dicho alguien del Gobierno, compañero o compañera en el Consejo de Ministros, “hoy no dimite”.
Pero en este lío inconmensurable entorno a la ministra de Justicia, me quiero detener en tres elementos de análisis: Baltasar Barzón, Villarejo, o mejor dicho, ¿y si no es Villarejo?Y la gestión de un marrón de esta categoría.
1.- Baltasar garzón. El perejil de todas las salsas. El autor, tal y como consta en una de esas grabaciones de la fase “la justicia española es una p… mierda”. Cabe recordar que Baltasar Garzón, cazador aficionado, es quien llevó a Dolores Delgado, su amiga siendo fiscal de la Audiencia Nacional, a la famosa cacería que le costó el puesto al ministro de Justicia Bermejo. ¿Te acuerdas?
“Balta”, como consta que le llamaban los Villarejo boys en el famoso almuerzo de la grabación, es quien invita a Dolores Delgado a esa cita. No va ella porque se auto convide. No. La lleva de la mano Garzón.
La primera amistad peligrosa para la actual ministra no fue Villarejo, que también. El perejil de todas las salsas, ya sea en Colombia, donde también aparece en las grabaciones, o en la cacería o en la marisquería es Baltasar Garzón.
2.- ¿Y si no es el excomisario Villarejo quien filtra, reparte o establece la estrategia de las grabaciones?
En este sentido cabe recordar que, en efecto, Villarejo es detenido, encarcelado preventivamente, pero a la vez que le detienen, se le interviene le material. Y ese material pasa por la propia Policía, por el juzgado correspondiente y ahí, en los juzgados, por el fiscal, el juez, etc.
La cuestión es: ¿Es Villarejo el único interesado en filtrar toda la basura posible sobre la actual ministra y sobre su amigo “Balta” Garzón? ¿Seguro que no hay más enemigos irreconciliables? Es más, puestos a preguntar, ¿tiene algo que ganar el ex comisario Villarejo, en la cárcel, a estas alturas del proceso? Porque esa es otra, a ver quién es el guapo que ahora, tras las presuntas presiones o los chantajes, se atreve a determinada medida de relax respecto al innombrable.
Y tercera pata: ¿Cómo demonios se gestiona una crisis de comunicación y política de esta categoría? ¿Existe algún jefe de prensa o director de comunicación capaz de gestionar una mentira… y otra… y otra más? ¿Se pude coordinar con una ministra, nada más y nada menos que una ministr, que diga una cosa y la contraria en cuestión de minutos? De cara a su equipo, a su gabinete o a sus compañeros, ¿cuándo dice la verdad?
En esto del periodismo estamos acostumbrados a dar lecciones de todo y a todos -entiéndase que esto es una ironía, verdad, pero ironía-, pero gestionar a una ministra que pierde el control, con amistades imposibles y con la espada de Damocles encima, que no sabes por donde te la van a clavar -la espada, se sobreentiende- es sencillamente imposible.
Solo cabe capear el temporal. Esperar a ver si amaina. Que no parece que vaya a amainar, y rezar, si crees, para que todo acabe cuanto antes, si es que acaba.
¡Ah, por cierto! En la grabación de hoy, la ministra Delgado, entonces Fiscal, dice que ha visto o conoce a colegas jueces y fiscales con menores en Colombia. Alguien me apunta: “¿Y no lo denunció inmediatamente ante quien correspondiera?”. ¿Tú ves eso, a compañeros o jefes tuyos con menores de edad, y te quedas tan pancha? Además de denunciarlo, ¿tú sigues trabajando con esa gente o con esos jefes como si tal cosa?