Expósito, sobre el salto a la valla: "¿Tú no saldrías hacia el océano o el desierto por tu vida y tu futuro?"
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Dos asuntos ocupan la actualidad de este 9 de noviembre, día de la Almudena, festivo en Madrid El tema de la tragedia en Melilla y sus consecuencias políticas y las elecciones parlamentarias en Estados Unidos. En nuestro tema del día nos vamos a centrar en Estados Unidos. Ahora me quiero centrar en lo sucedido en Melilla y sus derivadas.
1.- Si Sánchez, para aguantar y contentar a sus socios, tiene que cargarse a Marlaska, lo hará. Sin mover un músculo de la cara. Tenga razón Rufián y el resto o no. Si tiene que cortar la cabeza de Marlaska para salvar la suya le decapitará sin problemas.
2.- Es muy fácil simplificar esto con la dimisión de Grande Marlaska. Parece que si mañana dimite o cesan al ministro del Interior, todo arreglado. Y va ser que NO. Va a ser que tampoco. El drama es infinito y no tiene nada que ver con la política partidaria. No seamos miopes.
Si Rufián, Batasuna y Podemos piden el cese de Marlaska no van contra el ministro. No. Van contra la Guardia Civil y la Policía.
3.- Te imaginas el momento del desastre? ¿La magnitud de la avalancha? ¿Alguien se ha puesto en el lugar de esos pocos, poquísimos guardias civiles que ven cómo miles de personas se les vienen, literalmente encima con pinchos, cuchillos, piedras, hierros, con lo que sea?
¿Cómo te defiendes, cómo repeles ese ataque, insisto, partiendo de la base de la desesperación de esos seres humanos?
Es más, ¿te imaginas que en plena batalla esos guardias civiles hubieran permitido la entrada a España de la avalancha?
4.- Los muertos. ¿Cuántos fueron? Dijo Marruecos que veintitantos migrantes murieron durante aquella barbaridad.
Bueno pues es mentira. Basta con ver las imágenes. Allí murieron muchísimas más personas que 23.
5.- El monte Gurugú. Aquello es el infierno. Hoy mismo se calcula que alrededor de cuatro mil individuos se amontonarían en el Gurugú dispuestos a saltar cuando puedan. Desesperados, heridos, hambrientos o enfermos, sin absolutamente nada que perder.
Aquello es el infierno. Y esos seres humanos no tienen nada que perder.
6.- La hipoteca de la demagogia. Del aquel barco humanitario el Aquarius en Valencia, del mensaje de quitar las concertinas de las vallas, al paraguas político de la tierra de nadie no sé si como excusa o como mentira. No lo sé.
Otro problema de este Gobierno y de este ministro es que de la demagogia del Aquarius ha pasado a la catástrofe de Melilla y la Defensa de nuestras fronteras.
7.- ¿Alguien se imagina a un guardia civil cogiendo un cadáver o a un cuerpo moribundo y lanzándolo al otro lado de la valla? ¿En serio?
De verdad, y con toda la cautela, estamos comparando a los pocos guardias civiles destinados en Melilla con los gendarmes marroquíes en lo que se refiere al respeto de los derechos humsnos?
8.- Sobre la BBC, más allá del reportaje de marras, qué cínico es el discurso british en el tema de la inmigración. En este sentido, ¿cómo es posible que ni uno solo, ni un inmigrantes magrebí o subsahariano haya terminado nunca en Gibraltar?
Porque la costa marroquí que rodea Ceuta está más cerca de Gibraltar que de Algeciras y no te digo de Tarifa y, sin embargo, a territorio británico no ha llegado jamás ni uno.
¿Por qué? Porque se les devolvería automáticamente. Así que lecciones las justas.
Y 9.- África. El drama es África. El hambre, la sequía, la corrupción infinita, la bomba demográfica más el yihadismo y las guerras. Todo eso es África.
La inmensa mayoría de los movimientos migratorios en África son de un país a otro. A Canarias, a Italia o a España llegan una minimísima parte de esa gente. Lo que me sorprende, sinceramente, es que no vengan más.
Y mi posdata: ¿Tu qué harías? Si fueras una de esas mujeres, uno de esos hombres jóvenes, ¿qué harías? ¿No saldrías hacia el océano o hacia el desierto por tu vida o por un futuro, sea cual fuere?
En cierta ocasión, Alfredo Pérez Rubalcaba, me dijo que los inmigrantes salen de sus países huyendo de comer basura. Y que muchos llegan a Europa y siguen comiendo basura, pero resulta que nuestra basura, para ellos, es infinitamente mejor.