El consejo de una psicóloga para evitar que las imágenes de la guerra no afecte a nuestra salud mental: un sencillo ejercicio

Aurora García Moreno, neuropsicóloga, explica en 'La Linterna' cómo ver a través de las redes o la televisión la guerra en directo menoscaba nuestra estabilidad mental

Ana RumíRedacción La Linterna

Publicado el

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Desde hace un año te estamos contando, día a día, las consecuencias de la guerra entre Israel y Hamás. Por desgracia, tenemos que hablar de muertos, heridos y desaparecidos, de familias destrozadas que lo han perdido todo por culpa de los ataques y bombardeos que vemos prácticamente a diario.

Y lo mismo ocurre en la guerra de Ucrania, que supera los dos años y que nos deja imágenes aterradoras: padres llorando la muerte de sus hijos, niños escondidos en búnqueres y soldados amputados que han sobrevivo en el frente.

Todos estos conflictos provocan que consumamos muchas horas de imágenes violentas y traumáticas que pueden afectar a nuestra salud mental.

“No es lo mismo leído que visto en imágenes, y es verdad que ves cómo es la realidad en ciertos países y cómo nos pueden llegar a afectar. Yo creo que al final esto se agrava visualmente aparte de leído. Es cierto que suelo quitarlo cuando miro en el telediario este tipo de imágenes” .

Es lo que cuenta Alejandro. Él cena mientras ve cadáveres en la televisión, y escucha en la radio el ruido de una lluvia de misiles. Por eso, al igual que Iciar, prefiere desconectar y aislarse de esa realidad.

EFE

Beirut (Líbano) imagen de archivo

“Me da cierto miedo que el ver esas imágenes de forma repetida me lleve a insensibilizarme con el tema y hacer que dejen de impresionarme esas imágenes. Procuro evitarlas a toda costa” explicaba en COPE.

      
             
      

Pero, ¿cómo podemos mantenernos informados a la vez que protegemos nuestra mente de tanta violencia entre humanos? Es lo que le preguntamos a nuestra neuropsicóloga Aurora García Moreno, que contaba que ver la guerra en directo, nos afecta y mucho. “Tiene un impacto significativo en nuestra salud mental, puede afectar negativamente a la vida diaria” decía.

“Genera sensación de miedo, temor y angustia y muchos se sienten inseguros. Cuando permaneces en un ambiente de miedo e incertidumbre, tienes sensación de pérdida de control que te desestabiliza” comenzaba explicando.

Mantener a los niños alejados

A lo largo de estos días, y especialmente desde que estalló la guerra en Ucrania y en Israel, hemos asistido a una auténtica guerra en directo. Vemos imágenes constantemente de los ataques, conocemos los rostros de los afectados, y sus voces suenan a este lado del mundo. 

      
             
      

Y aunque eso tiene un gran componente informativo, y es necesario para saber qué es lo que realmente pasa más allá de nuestras fronteras, esas imágenes pueden afectar gravemente a nuestra salud mental.

Especialmente, puede afectar a la salud de los más pequeños, que a través de distintos canales les aparecen estas imágenes y corren el riesgo de que ese trauma les marque de por vida.

“Son los más pequeños, aquellos de menores de seis años más o menos, los más vulnerables pero al final repercuten todos y están muy pendientes de esas emociones y cómo actúan sus referentes, sus familiares. Pueden mostrar mucho miedo, inquietud, incluso inseguridad por si aquello que está ocurriendo allí también les pueda ocurrir aquí” explicaba la doctora.

      

EFE

Guerra en la Franja de Gaza

Por eso, ella aboga por responder a las preguntas de los más pequeños de una forma “muy clara y concisa”, sin extenderse mucho, pero aportando los datos que creamos necesarios.

“Cuando se les explica lo que está pasando hay que utilizar un lenguaje adaptado a su edad, que sea una información breve, muy concreta, muy concisa para aclarar esas dudas y que ellos adquieran esa sensación de seguridad” explicaba la doctora, aclarando que la guerra no debe ser tabú cuando hablemos con ellos.

Se trata de evitar, en cualquier caso, el “trauma vicario”, que no es otra cosa que “aquellas personas que trabajan en la guerra de forma indirecta, como pueden ser los cuerpos de seguridad, las personas que van voluntarias, el personal sociosanitario. Los periodistas. Los periodistas, exacto. Y se produce por ese desgaste emocional porque esa sobreexposición al ver el dolor que están sufriendo y por el que están pasando otras personas, al final provoca que ese sufrimiento se convierta en el propio sufrimiento”.

El ejercicio para que no afecte a nuestra salud mental

Como explicaba Ángel Expósito, y refrendaba Aurora García Moreno, “la realidad supera la ficción”. Y es que la guerra es cruel, inhumana y tremendamente dura, por lo que verla desde cerca puede generar un trauma difícil de superar. 

Igualmente, aunque no la vivas de cerca, pero la veas todos los días en directo, también puede afectarte. “No hay que dejar de ver las informaciones porque tenemos que estar informados y es importantísimo, pero sí hay que limitar esa exposición. Sobre todo encontrar un equilibrio entre estar informado y cuidar de la salud mental. Tanto el miedo como la ansiedad son respuestas normales que todos tenemos ante una situación de peligro, una situación de amenaza, pero si estas emociones son persistentes y son muy intensas, pues nos puede provocar estos problemas de salud” explicaba.

Por eso, te ayuda a sentar los límites y que esto no sea un problema para ti. “Sobre todo también aprender a identificar y cambiar esos pensamientos negativos y distorsionados de lo que estamos viendo por otros más realistas y adaptativos. Y sobre todo aprender habilidades para manejar el estrés y la adversidad de una manera más constructiva” sentenciaba.