¿Cuáles son las consecuencias económicas del cierre del gasoducto Nord Stream 1?

El consorcio estatal ruso Gazprom ha advertido de una amenaza de explosión o incendio en la única estación compresora en activo de Portovaya si se reanuda el suministro de gas a Europa a través del gasoducto Nord Stream. Gazprom, controlada por el Kremlin, anunció el viernes, con los mercados ya cerrados, que no reabriría el flujo de gas por el gasoducto Nord Stream a raíz de esta supuesta fuga. Moscú respondía así a la decisión del G-7 de poner un tope al precio del petróleo ruso.

"La explotación de esa unidad compresora sin subsanar los fallos detectados crea un riesgo de incendio o explosión, lo que repercute en la seguridad industrial de toda la estación", ha señalado el comunicado de Gazprom en su canal de Telegram.

Hasta que Bruselas no levante las sanciones, se mantendrá el corte que comenzó el pasado viernes.

En todo caso, aún sigue llegando gas desde Rusia. Las autoridades ucranianas han apuntado que su red de transporte de gas puede servir de ayudamientras el Nord Stream esté inactivo. Sin embargo, los flujos a través del punto de entrada de Sudzha se encuentran solo al 50% de su capacidad. El gas ruso también sigue fluyendo a través del gasoducto Yamal-Europa.

Mientras tanto, la Unión Europea seguirá dependiendo de suministros alternativos para rellenar las instalaciones de almacenamiento de gas para el invierno.

Además, la OPEP, encabezada por Arabia Saudí y Rusia, ha decidido retirar del mercado los 100.000 barriles diarios que había decidido añadir hace un mes. Es la primera reducción de los suministros que acuerda la OPEP y sus aliados en más de un año. Además, ha llegado en un momento de crecientes tensiones en el mercado energético debido a la invasión rusa de Ucrania. Como consecuencia en números, el precio del barril de petróleo Brent para entregar en noviembre ha terminado este lunes en el mercado de futuros de Londres en 96 dólares, un 3 % más que al finalizar la sesión anterior.