La decisión que cambió la vida de Martina tras ser despedida con 57 años: "Sentí que estaba sentenciada"

Martina Bote explica en La Linterna cómo comenzó "una nueva vida" después de ser despedida de su cargo de dirección de Recursos Humanos y encontrarse sin trabajo a los 57 años

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La decisión que cambió la vida de Martina tras ser despedida con 57 años: "Sentí que estaba sentenciada"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Casi 3 de cada 10 desempleados tienen más de 50 años en España y de todos ellos, uno de cada cuatro parados de larga duración están en la última fase de su carrera. Esta discriminación por la edad es lo que se conoce como Edadismo, un problema que lleva años preocupando a la Organización Mundial de la Salud. Tanto es así, que en 2016 los Estados miembros pidieron la puesta en marcha de una Campaña Mundial contra el Edadismo.

Según recoge la última Encuesta de Población Activa el 18% del total de parados en nuestro país tiene más de 55 años. Unos números que superan los 900 mil si tenemos en cuenta a los mayores desocupados de 50 años o más.

La situación en España indica que la mitad de los parados mayores de 50 años llevan más de un año buscando trabajo. Cada vez es más habitual encontrarse con la frase "No eres el perfil que buscamos" por parte de las empresas. La vejez o el ser mayor está considerado como un aspecto negativo que impide ver con buenos ojos la importancia de otros valores como la experiencia o la sabiduría.

La decisión que cambió la vida de Martina tras ser despedida con 57 años: Sentí que estaba sentenciada

El edadismo laboral

Martina sabe muy bien lo que supone el edadismo laboral. Ella durante muchos años ha estado dirigiendo el área de Recursos Humanos en diferentes empresas, teniendo que comunicar su despido a muchos trabajadores, intentando siempre hacerlo de la forma más respetuosa y empática posible. Hasta que llegó el día en que se encontró al otro lado de la mesa, y fue a ella a le comunicaron su despido, sin tener en cuenta todo lo que ella había practicado y que consideraba era fundamental en esas dramáticas situaciones.

A los 57 años se quedó sin trabajo y con una edad que ella sabía de primera mano que iba a ser una auténtica barrera laboral. Pero no se rindió y ahora es un ejemplo de emprendedora senior que defiende a capa y espada el lugar que le corresponde en la sociedad al talento veterano y que se lo han ganado a pulso.

Martina Bote explica en La Linterna por qué decidió emprender: “En esta nueva vida he emprendido algo que tiene que ver con lo que sé hacer. Después de participar en un programa, decidí poner en marcha mi propio proyecto profesional ayudando a las empresas a gestionar las personas de su organización”. De esta forma, Martina se reinventó formando una consultoría de recursos humanos y formación. Su trabajo está muy enfocado en las pequeñas y medianas empresas que no cuentan con un equipo de recursos humanos que gestionen todo lo relacionado con las personas: “Ayudo a varias pymes que necesitan cambios culturales en sus empresas. Estaban en una fase muy familiar y yo les he ayudado a dar un paso adelante en la profesionalización de su gestión”.

Martina ha aprovechado el momento para, desde su experiencia, “animar a las personas senior que están en esta transición laboral que están sentenciados -que fue como me sentí cuando me comunicaron mi despido- que en el programa de 'Generación Savia' difundimos oportunidades laborales y ofrecemos recomendaciones personalizadas sobre cómo mejorar su perfil para afrontar las búsquedas de empleo”. Ella colabora en este programa y asegura que esta experiencia le está aportando una “satisfacción” que no ha encontrado en toda su trayectoria profesional.

¿Por qué crees que hay tanto miedo a contratar personas con edades de más de 50 años? ¿Por qué no se valoran aspectos tan importantes como la experiencia laboral? Martina tiene claro que se trata de “un tema que está muy arraigado en la cultura española. En otros países no pasa este tema del edadismo. Hay unas falsas creencias que parten de la base de que la gente, con una determinada edad, no tenemos espacio en la sociedad”. Entre los diversos motivos que pueden desencadenar estos despidos, destaca prejuicios como “que les falta flexibilidad, capacidad de adaptación o que tienen expectativas económicas elevadas”.

Martina asegura que las personas senior, en su gran mayoría, están muy preparados y, además, desean reinventarse para continuar su trayectoria laboral: “Me encuentro más gente que se mantiene al día que lo contrario. La gente con la que trato, talento senior, están muy ocupados en reciclarse. Lo que deberíamos hacer para erradicar estas creencias y falta de oportunidades es darle visibilidad al tesoro que supone la gente senior”.

El talento senior no se valora como se debe en España y muchas personas de más de 50 años no logran encontrar trabajo por culpa de la edad. Experiencia, trayectoria laboral o madurez son algunas de las capacidades que solo puede alcanzarse gracias a los años y que muchas empresas deberían tener en cuenta a la hora de contratar a nuevos empleados.

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