Diego Garrocho: "A Trump le seguirán votando pase lo que pase y, a Sánchez, su feligresía le seguirá perdonando todo"

El profesor de Filosofía recuerda las palabras del presidente electo de Estados Unidos en 2016 que sirven para explicar el caso de España

Redacción digital

Madrid - Publicado el

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 ¿Hay algo en lo que Donald Trump tiene razón? Ya sé que es arriesgado defender a Donald Trump, pero creo genuinamente que hay algo en lo que sí tiene razón. Me atrevería a decir que toda la razón, incluso. En enero de 2016 el presidente electo de los Estados Unidos dijo que tenía un electorado tan fiel que podría ponerse a disparar en la quinta avenida y que sus votantes seguirían apoyándole. Hay quien cree que aquello fue una exageración, pero yo estoy convencido de que estaba en lo cierto. El ejemplo de Trump es además perfectamente trasladable a España. 

Hoy hemos conocido que el juez que instruye en la causa de la revelación de secretos de la pareja de Ayuso ha citado al fiscal general del Estado y a dos de sus subordinados a declarar como imputados. El juez de sala de lo penal del Tribunal Supremo, Ángel Hurtado, apunta a la Moncloa como uno de los destinatarios de la filtración. A la vista de los indicios existentes hasta el momento, existen razones fundadas para pensar que el correo se dirigió primero a la presidencia del Gobierno y que desde la Moncloa se filtró posteriormente al plural. 

A falta de que se demuestren estos extremos, ya hay quienes están recomponiendo un relato que haría moralmente digerible una filtración semejante, en la que la presidencia del Gobierno estaría formando parte de una trama supuestamente delictiva. Es decir, hay corifeos que ya están explícitamente anunciando que estarían dispuestos a legitimar un delito con tal de desactivar a un rival político. No hablamos de trolls en redes sociales ni de fanáticos anónimos. Se trata de periodistas e incluso de académicos que cada poco intentan advertirnos de los riesgos a los que está sometida la democracia liberal. Lo que en su día dijo Trump y lo que prueba esta grotesca labor de defensa de lo indefendible, demuestra la corrupta relación que existe en ocasiones con nuestras ideas políticas o con los partidos que dicen defenderlas. 

En la guerra del nosotros contra ellos, cualquier cosa estará legitimada siempre y cuando la hagan los nuestros. A Trump le seguirán votando pase lo que pase y a Sánchez, su feligresía, le seguirá perdonando todo. Si quieren legitimar la corrupción, que lo hagan, pero al menos que por favor que no lo hagan en nombre de la democracia y que nos dejen en paz.