La Guardia Civil detiene en Córdoba a una banda que usaba drones para 'pasar' droga en la cárcel: así lo hacían sin ser detectados
Parece una historia de película. La Guardia Civil ha interceptado una banda criminal que hacía entregas de mercancía por el aire en diferentes centros penitenciarios de la península
Publicado el
2 min lectura
El periodista Pablo Muñoz le ha traído a Ángel Expósito esta insólita historia. Una organización criminal estaba introduciendo droga y otros efectos en varias prisiones del territorio nacional utilizando drones. Actuaban de la siguiente forma: de noche, un operador guiaba este artilugio desde el exterior de la cárcel, a aproximadamente un kilómetro de sus muros, y guiándose con una baliza que habían colado dentro de la cárcel, lo aproximaba hasta la ventana con barrotes del interno. El preso recogía la mercancía en pocos segundos y el artefacto regresaba después a su base.
LA ORGANIZACIÓN, CLAVE PARA LA BANDA
Pablo Muñoz ha asegurado que los integrantes de la banda "estaban muy especializados". Al parecer, se "ataba a la carcasa de los artefactos una cuerda y un sedal transparente con el que anudaban la mercancía". Era allí cuando los drones sobrevolaban los centros penitenciarios y se dirigían a las ventanas de las celdas. Era entonces cuando "el interno receptor cortaba el sedal y se hacía con los efectos transportados".
Existía una infraestructura dentro del centro penitenciario. Estaba el líder, que se encargaba de coordinar la operativa de vuelo. Además, "lanzaba desde la celda señales lumínicas", para que llegara la mercancía a dónde querían. Una vez en el interior del centro penitenciario, la organización contaba con "otros reclusos especializados en la ocultación y distribución final de la droga".
ASÍ PILLARON A LA BANDA
Al parecer, en una de estas entregas, concretamente en una de ellas en la cárcel de Alcolea, en Córdoba, el dron que utilizaron debió sufrir "algún problema técnico y se estrelló cuando regresaba hasta el lugar donde estaba el individuo que operaba con él", ha asegurado Muñoz. En este sentido, los criminales tuvieron mala suerte, ya que el incidente se produjo muy cerca de los muros de la cárcel, y fue recuperado más tarde por Guardia Civil, que de inmediato pudo en marcha una investigación. Tras una investigación, se pudo determinar que el cabecilla de la trama estaba recluido precisamente en el propio centro penitenciario.
DETENIDOS Y MÁS INVESTIGACIONES EN MARCHA
De momento hay seis detenidos e investigados, algunos dentro de prisión, pero es posible que ese número crezca a medida que avance la investigación. Se han confiscado cinco drones, así como teléfonos móviles y varias dosis de hachís en forma de tabletas. Además, Muñoz ha explicado que a los presos implicados los funcionarios de la cárcel de Alcolea les han intervenido cuatro teléfonos móviles, una baliza de señales lumínicas y más de quinientos gramos de hachís