Un inspector de la Policía revela cómo localizaron al fugitivo que agredía sexualmente a su hijastra de 8 años
El inspector Darío, explica en 'La Linterna' cómo funciona la 'Operación Violeta', con la que consiguen capturar a fugitivos de delitos sexuales
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Hace unos días, la Sección de Localización de Fugitivos de la Comisaría General de la Policía Judicial ha conseguido ponerle las esposas en la localidad de Valdemoro a un fugitivo buscado por abusar y agredir sexualmente a su hijastra de ocho años.
Su captura se ha logrado gracias a la 'Operación Violeta', llevada a cabo por esta sección y que se encarga de encontrar a violadores y pederastas extranjeros en nuestro país. El inspector Darío, jefe del grupo 2 de fugitivos, que se encarga de los prófugos nacionales y latinoamericanos, ha explicado en 'La Linterna' cómo se han conseguido encontrarlo.
El caso más complicado
Desde la puesta en marcha de este operativo, se ha conseguido detener a más de 30 fugitivos. Sin embargo, el inspector ha desvelado cuál ha sido el que más les ha costado atrapar. Es el caso de González Ghersi, buscado por abusar de su hijastra de cinco años. "Tuvimos que incluirlo en la lista de los más buscados de España", comienza. Desarrollaron una investigación larga que no pudo concluir satisfactoriamente. Gracias a la colaboración ciudadana, se consiguió localizarlo.
"En el momento iba con calzas para simular mayor altura, el pelo teñido de rubio, se había dejado barba y llevaba lentillas. No lo reconocimos para nada", explica. Solo pudieron averiguar que era él cuando besó a su novia. "Es el caso que más quebraderos de cabeza nos ha dado", añade.
¿Cómo se comportan estos fugitivos?
El tipo de delitos que cometen los fugitivos son "los más graves del Código Penal". Se trata de delitos contra la vida y de delitos sexuales contra niñas y mujeres, que son los que tienen una mayor pena. "Unidos a la alarma social que generan, hace que abramos una operación específica para perseguirlos y que no queden impunes", apunta.
Además, no se comportan como el resto de criminales, siendo más difícil localizarlos. "Es muy común el cambio de país, especialmente si los que cometen el delito son extranjeros", revela el inspector. Tratan de volver rápidamente cuando se abre un procedimiento judicial contra ellos.
También se encierran en sus domicilios o en el de sus amigos y familiares, evitando salir a toda costa. "Es diferente a cuando el fugitivo está reclamado a un delito de tráfico de drogas o económico", cuenta. Esto se debe porque suelen tener una organización criminal detrás o medidas de seguridad "más finas".
La necesidad de la cooperación internacional
Por la tendencia a abandonar España, es capital la colaboración policial entre organismos internacionales. Tal y como ha narrado el inspector, son "especialmente intensas" con América Latina, ya que, por vínculos culturales y el idioma, es el destino habitual.
Se agiliza la cooperación con los demás países europeos al tener las fronteras abiertas. "Tenemos la Red Europea de Fugitivos ENFAST", con la que tienen constante intercambio de información y enlaces continuos. Lo mismo sucede con la Red Iberoamericana de Fugitivos en América Latina, donde conocen a todos los jefes de fugitivos de las diferentes naciones, con las que trabajan "a tiempo real".
El inspector ha desvelado que es complicado enfrentarse a criminales tan desagradables, en especial los policías que tienen niños pequeños. Sin embargo, consiguen "abstraerse" y centrarse en dibujar el entorno del fugitivo, el patrimonial y orquestar la búsqueda. "Lo automatizas de alguna manera y se olvida", concluía.