Juan Antonio, camionero, lleva 50 horas parado en un arcén por las protestas en Francia: "Es una ratonera"
Dos conductores de camión cuentan en La Linterna la odisea que están viviendo estos días por los cortes de los agricultores franceses en el 'viernes negro'
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Las protestas de los agricultores franceses siguen haciendo estragos desde la frontera con España, incluso en Bruselas y el propio territorio francés, dejando parados y dificultando la circulación de todos los camioneros españoles y de otras nacionalidades que llevan cargamento desde nuestro país a la zona este de Europa. Retenciones y paros, como el de Juan Antonio, un camionero que cuenta en La Linterna que ya lleva 50 horas en el arcén de una carretera.
Confiesa que tiene suministro, pero lo que no tiene es “aseo y duchas, porque están literalmente en una cuneta desde el miércoles a las dos de la tarde. “Tengo un pueblo a dos kilómetros y, cuando me haga falta, iré, tampoco le voy a decir a una vecina que me deje entrar al servicio y a duchar”, bromeaba en COPE con Rubén Corral.
Confiesa Juan Antonio que, nada más llegar, fue a hablar con el traductor del gendarme y le dio a entender que estaba “en una ratonera”. “Además, los tres puntos de salida por carreteras normales están cortados”. Asegura que puede haber 30 o 40 camiones parados frente a él, “todos extranjeros”. “Detrás tengo un portugués y delante tengo un rumano, y un polaco, que vino a pedirme tabaco”. Como Juan Antonio, el resto de camioneros pierde ingresos con los paros, pero menos que las empresas. “Nosotros vamos a sueldo y dietas y, si no hacemos kilómetros ganamos menos”.
“Yo he contado diez cortes desde aquí, yo como voy a ir en carreteras comarcales a la aventura. Esta gente actúa con una impunidad que es increíble, yo me los crucé en Burdeos y venían en dirección contraria, con los gendarmes detrás, y se pararon allí”, concluye.
La odisea de Francisco para volver de Bruselas
Francisco Avilés es otra víctima de los cortes en las carreteras por las protestas de los agricultores españoles. Está a 10 km de la frontera de Francia, en la zona de Valenciennes, para poder entrar en Francia, ir en dirección a París, de ahí a Burdeos, y de ahí Pamplona, Zaragoza, Valencia y Murcia. “Espero encontrarme tantos problemas como me he encontrado desde la frontera con Bruselas, no descarto nada, se que voy a tener que patear en carreteras comarcales y voy a tener que vivir una nueva locura”, lamenta en La Linterna.
Así, Francisco lanza una crítica a las protestas: “respeto mucho a estos agricultores que están manifestándose pero lo que no pueden hacer es ponernos a los camioneros españoles de rehenes, no solo sufrimos nosotros y nuestras familias, si no que nos tiran la carga al suelo”.
Salió de Murcia el martes por la tarde cargado con 25 toneladas de limones, pasó la frontera de la Junquera y, a 200 km en la A7, la vía más importante por la que tienen que pasar las mercancías españolas para el este de Europa, les sacaron de allí, cortaron todas las entradas, con lo cual tuvieron que ir a nuestro libre albedrío. “Tuve que saltar por encima de bordillos, un puente limitado de peso, exponiéndose a que se hundiese el puente... Luego, cuando llegué a Lyon me desviaron hacia Grenoble y que te lleva a la frontera alpina de Suiza e Italia y yo para allá no podía ir, ese no era mi camino. La tensión era muy grande, las horas eran muchas”, relata.