Así narró Ángel Expósito su experiencia en el Congo: "La pobreza es infinita"

Ángel Expósito y el equipo de 'La Linterna' visitaron la República Democrática del Congo. Un país que visitará el cardenal Pietro Parolin. En las mismas fechas en las que tenía que haber ido el Santo Padre que, con “gran pesar”, tuvo que renunciar al viaje por motivos de salud.

La Oficina de Prensa de la Santa Sede anunció en un comunicado que, tras el aplazamiento anunciado a principios de junio, Francisco decidió enviar mientras tanto al cardenal Secretario de Estado a Kinshasa y Juba, para mostrar su cercanía al querido pueblo congoleño y sudanés.

Expósito se desplazó hasta el Congo para contarte y describirte el país. “Una característica importante de la Iglesia en su país es que se encuentra en una fase de pleno crecimiento. ¡Es tan hermoso constatar que las comunidades cristianas crecen! Pero sabéis que lo esencial para la Iglesia no es en primer lugar los números, sino la entrega total y sin reservas al Dios revelado en Jesucristo”.

El Congo es el segundo país más grande de África, un país con una realidad muy complicada, un país en el que conviven la violencia armada con la extrema pobreza de sus gentes. Un estado donde la corrupción es un medio de vida y que se está convirtiendo en una auténtica bomba demográfica. Cada mujer congoleña tiene entre 8 y 10 hijos, por lo que la República Democrática del Congo podría superar los 170 millones de habitantes en 2050.

'La Linterna' ante la realidad que se hubiese encontrado el Papa en su viaje

Expósito ha comprobado sobre el terreno que el cardenal Parolín se va a encontrar un país con importantes problemas. El primero, la pobreza. Según los últimos datos el 77 % del país es pobre; solo el 17 % tiene acceso a la electricidad y se calcula que un congoleño mantiene a 25 personas de su familia con un solo sueldo.

Segundo problema, la sanidad. La tasa de mortalidad materno infantil es altísima. Muchas mujeres mueren a causa de las infecciones de los partos. Pero es que además los niños fallecen por la anemia provocada por la malaria o por tuberculosis.

Tercer problema, los niños de la calle. No hay estadísticas oficiales, es imposible contarlos, pero se ven en cualquier calle de Kinshasa te puedes encontrar alguno de ellos. Son niños a los que su familia repudia por varios motivos: pertenecer a un matrimonio anterior, tener algún tipo de discapacidad o por haber sufrido una violación.

Cuarto problema, la violencia sexual. En algunos hospitales de los suburbios de Kinshasa se pueden atender entre 5 y 6 violaciones diarias, algunas de ellas a niñas de entre 3 y 4 años.

Y un quinto problema: la guerra. La batalla se libra en el este, en la zona de los Kivus, y ni siquiera hay dos bandos, son muchos grupos armados, saqueadores que matan por la riqueza de las minas -oro, diamante y coltán-.

En 'La Linterna' abordamos todas estas cuestiones con los testimonios de misioneras como Ana Gutiérrez, una médico cántabra Esclava del Sagrado Corazón a cuyo hospital llegan niños muertos a causa de la anemia;

Expósito ha testiminiado con la experiencia vivida que ocurre en uno de los orfanatos más populares de Kinshasa donde están acogidos más de 600 niños de la calle.

Hemos contado con la labor de Sor Ángela Gutiérrez, una hermana hospitalaria que trabaja con enfermos mentales y a los que salva de una muerte segura.