Este negocio es una ruina
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Hace 36 días que se declaró el estado de alarma, más de un mes en el que los únicos negocios que han abierto sus puertas han sido aquellos encargados de vender productos esenciales como comida, gasolina, medicamentos o periódicos. En un principio, todos pensaríamos que esas tiendas estás haciendo “su particular agosto” pero, para una gran parte de ellas mantenerse abiertas está resultando una auténtica ruina.
Es el caso de las estaciones de servicio. Con una ciudadanía confinada en sus casas, pocas son las personas que cogen el coche y escasos los consumidores que necesitan repostar en las gasolineras. Para ayudarles en esa perdida de ingresos, el Gobierno ha permitido que una parte de ellos puedan flexibilizar sus horarios, siempre que cumplan con una serie de características.