Ángel Correas: "La Púnica es, para el PP, esa mancha del mantel que no se acaba de quitar"
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Impresionante documento. La ministra portavoz en Funciones ha desvelado que Pedro Sánchez está trabajando este mes de agosto para intentar una investidura y evitar nuevas elecciones. Notición (ironía) Estaría bueno que se marchara de vacaciones el presidente en funciones después del fracaso de la investidura. Si no trabaja ahora para lograr un acuerdo, ¿cuándo lo iba a hacer?.
Y es que hay que ir construyendo un relato de cara al mes de septiembre por si no hay más remedio que acudir a nuevas elecciones. El relato de que Sánchez lo ha intentado todo y no ha quedado más remedio que el de acudir a las urnas. El relato de que Unidas Podemos se ha negado a todo y la oposición del PP y Ciudadanos también.
Por eso Sánchez se está reuniendo este mes con los colectivos sociales. Ha empezado esta semana con asociaciones feministas y seguirá la próxima con ecologistas, sindicatos, autónomos... De contenido poco, pero la cosa está más en ir sumando fotos para demostrar a Podemos que se va quedando solo. Lo que se dice meter presión
Quien ha acabado la fase de negociaciones es la socialista María Chivite. Hoy se despierta como presidenta de Navarra. Se ha consumado el pacto en el que gobernará con Geroa Bai, la marca del PNV, Podemos, Ezquerra y gracias a la abstención de los proetarras de Bildu que le han dejado ser presidenta y eso es algo que no dejarán de recordar. Y, ¿ahora que? Pues ahora tendrá que gobernar con una buena dosis de hipocresía política porque todo lo que ha negado o criticado durante cuatro años en la oposición lo tiene ahora encima de la mesa por parte de su propio socio de gobierno (Geroa Bai)
Así que cabe preguntarse, por ejemplo ¿qué harán ahora los socialistas Navarros con el decreto que impone el euskera para ser funcionarios?. Un decreto que impuso Geroa Bai. En su día, los socialistas se manifestaron contra él. Ahora que gobiernan con Geroa Bai, ¿votarán para su derogocación? O, por ejemplo, que hará María Chivite si sus socios Geroa Bai o BIldu exijen retirar la presencia de la Guardia Civil de las carreteras de Navarra.
El partido socialista de Navarra navegará esta legislatura en aguas repletas de arrecifes y nadie garantiza que en cualquier momento pueda encallar porque dependen demasiado del viento que sopla del nacionalismo vasco de Geroa Bai y de los proetarras de Bildu, los mismos que justifican los homenajes a terroristas ex carcelados el pasado fin de semana.
Ha sido Arnaldo Otegui, el manda más de EH Bildu, el que ya ha advertido que "si hay 250 presos terroristas, habrá 250 recibimientos en sus pueblos". Sinceramente, que Otegui y los suyos digan esto no extraña a nadie, lo que extraña es que el Partido Socialista en Navarra pueda pactar con ellos. Habrá nuevos capítulos de la cuestión Navarra.
También tenemos nueva entrega de la trama Púnica en la Comunidad de Madrid. La fiscalía, en función de los informes de la Guardia Civil ha pedido al juez de la Audiencia Nacional que cite como investigadas a Esperanza Aguirre y a Cristina Cifuentes para que declaren por la presunta financiación irregular del PP de Madrid a través de contratos y comisiones. Ahora es el juez García Castellón el que tiene que decidir si acepta o no la petición pero la noticia llega cuando se acaba de cerrar un acuerdo de Gobierno en la comunidad de Madrid.
El caso Púnica está siendo para el PP como esa mancha del mantel que no se acaba de quitar por mucho que se lave una y otra vez. El PP de Madrid ha conseguido retener el poder en la Comunidad pero la nueva presidenta, Isabel Díaz Ayuso va a tener que seguir frotando el mantel a conciencia porque el asunto seguirá dando titulares