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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está de gira por Europa. Su primera gira exterior. Ayer comió con Macron, el martes se reúne con Merkel. El jueves primer Consejo Europeo. A nuestro presidente del Gobierno le gusta hacerse muchas fotos y colgarlas en las redes o mandarlas a televisión. Ya hemos visto corriendo a Sánchez Castejón corriendo por lo que él llama los recovecos de Moncloa.
Moncloa ha colgado en redes sociales una foto mientras Sánchez embarcaba en el Falcon 900B que utiliza el Gobierno para los desplazamientos cortos. El Gobierno dispone también de Airbus A310 pero esos son para los desplazamientos largos. El Falcon 900B es chiquito. Y el presidente del Gobierno quiso ayer ofrecernos una imagen de como trabaja en el vuelo. La escena parecía tomada de aquella película titulada Air Force One protagonizada por Harrison Ford.
En la foto el presidente del Gobierno aparece despachando, en mangas de camisa, con sus asesores José Manuel Albares y Manuel de la Rocha. Sánchez y Macron, más Macron que Sánchez hicieron ayer una propuesta conjunta para la cumbre informal que se celebra este domingo en Bruselas y para el Consejo Europeo del próximo jueves. En seguida hablamos de inmigración. En esa rueda de prensa le preguntaron al presidente por la inauguración de los juegos del Mediterráneo, inauguración presidida por el Rey, a la que asistió al final Quim Torra y el propio Pedro Sánchez. Y adivinen que dijo, ¿que dijo? Exacto, lo importante es la foto.
Para el presidente del Gobierno lo más importantes son las fotos, las imágenes. Quizá por eso tiene tanta prisa por hacerse con el control de RTVE. Hoy en el País Sánchez asegura que el acercamiento de los políticos presos se producirá al concluir la fase de instrucción.
El independentismo está haciendo mala digestión de la inauguración de los juegos del Mediterráneo con el Rey. No se pitó al Rey, se escuchó el himno y se pito a Torra. Para digerir lo sucedido la consejera de Presidencia, Elsa Artadi ha difundido la versión de que el público estaba seleccionado
Si el público pita a Torra y no al Rey es que está seleccionado. El independentismo está encerrado en su burbuja, hay al menos una mitad de Cataluña que no está en lo suyo. El alcalde de Tarragona Josep Fèlix Ballesteros lo ha negado.
Vamos con la cuestión de la inmigración. Ayer Macron con el apoyo de Sanchez lanzó una nueva propuesta. Hoy se celebra una cumbre informal en Bruselas que intenta resolver las diferencias, o parte de las diferencias que hay el en seno de la Unión para afrontar la crisis política que ha provocado la inmigración, una crisis más política que real, más pensada que real. Los países del sur reclamamos mas apoyo, los países de Visegrado se niegan a ser solidarios con los del sur que son los que más sufrimos la presión. Y Alemania se encuentra en su propio laberinto. Los problemas por los que atraviesa Alemania son, sobre todo, consecuencia de las reclamaciones del ministerio del Interior, el bávaro Horst Seehofer de la CSU. La CSU teme el avance de Alternativa por Alemania, está obsesionado con una pérdida de su tradicional mayoría absoluta en las próximas elecciones regionales y por eso Seehofer ha amenazado con la expulsión de los posibles solicitantes de asilo que lleguen a la frontera germana. Una formula que va en dirección contraria a la reforma de Dublín III propuesta por el Parlamento Europeo y que cuestiona Schengen. La reforma de Dublín III precisamente relativiza el peso de los países de origen y profundiza en el reparto de cuotas entre los socios. Para terminar de complicar las cosas, en Italia, el ministro Salvini que es quien manda se niega a que se le de acogida a ningún barco más. La posición de Italia, de igual modo, se entiende por la necesidad que tiene Salvini de encontrar en la inmigración una palanca para restar espacio a sus socios de Gobierno, los cinco estrellas, y quedarse con todo el espacio de la derecha. La inmigración se ha convertido en un instrumento político. En esta situación el Consejo Europeo ha propuesto la creación de “plataformas de desembarco”, zonas que llevaría a los migrantes a un país africano para ser identificados. Naciones Unidas apoya esta solución. Es difícil pensar que todos los flujos sur-norte puedan ser canalizados algunas de estas plataformas de desembarco. Además de los problemas de gestión hay que tener en cuenta que la “subcontratación” del control de los flujos, como se ha hecho en Libia o en Turquía, ha supuesto que Europa haya sido menos Europa en materia de derechos humanos.
A esta solución Macron añadió, ayer con el apoyo de Sánchez, la creación de centros cerrados en Europa en los que se identifique rápidamente a los inmigrantes para expulsar a los que no tienen derecho asilo.
No sabemos en que se diferencia estos centros cerrados de lo que ya funciona en España, los CIES. Los CIES son centros cerrados, en los que se interna a los inmigrantes hasta que se les identifica. El PSOE ha criticado los CIES.
La crisis migratoria es una crisis política. Es un pánico moral, sin base en la realidad. Durante los cinco primeros meses del año, según la OIM (Organización Internacional de las Migraciones), han llegado a través del Mediterráneo algo más de 40.000 inmigrantes, el año pasado en el mismo período lo habían hecho 80.000 y en 2015 fueron 215.000. En España se han triplicado, pero según los últimos datos del CIS, la inmigración solo representa un problema para el 6 por ciento de los ciudadanos.