Los pequeños comercios se reinventan

El coronavirus está obligando a muchos negocios a buscar nuevas vías para poder continuar con su actividad sin salir de casa

Carmen Ibañez Urzáiz

Publicado el - Actualizado

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Este fin de semana hemos cumplido dos semanas desde que se declaró el estado de alarma y el confinamiento obligado en nuestras casas, medida que desde este mismo lunes se va a endurecer con la paralización de todas aquellas actividades que no sean esenciales hasta el próximo 9 de abril. El objetivo es evitar que los ciudadanos se desplacen a sus puestos de trabajo y, frenar así, la propagación del coronavirus.

Ya sumamos dieciséis días sin salir de nuestros hogares salvo para casos muy justificados y, lejos de convertirnos en seres asociales, resulta que la situación nos está acercando mucho más. Se nota en los aplausos que cada día rompen el silencio en las calles de todo el país en homenaje a nuestros sanitarios, pero también en las iniciativas solidarias que están aflorando. Como la que acaba de poner en marcha Alejandro Villapalos, un joven ingeniero informático que ha decidido emplear su tiempo libre en crear webs, de manera gratuita, para los pequeños comercios de barrio a los que el COVID-19 ha obligado a cerrar temporalmente. Una oportunidad para estas pequeñas tiendas que, al dar el paso y comenzar a vender sus productos online, abren nuevas vías de negocio que podrán utilizar no solo ahora, también en el futuro.

Aunque es importante recordar que el valor de estos comercios radica en su trato humano, cercano, en el día a día con sus vecinos. Por eso este cierre perjudica especialmente a algunos negocioscomo las librerías de barrio. María Caparrós nos ha explicado que “los clientes a veces son como su familia, y cuando una editorial te presenta las novedades, recuerdas qué le interesa” y si esos nuevos títulos podrían ser de su gusto.

A veces las nuevas tecnologías eliminan ese aspecto más humano del negocio y, en otras, nos permiten tener la sensación de que la otra persona está con nosotros. Son las videollamadas, que en el caso de Iván Beltrán le han servido para seguir con el negocio de entrenador personal que puso en marcha hace un año, y que la llegada de la pandemia estuvo cerca de paralizar. En su lugar, ese nuevo servicio que está ofertando, entrenando a través del móvil, le ha mostrado un nuevo mercado potencial que hasta ahora no se había planteado, gracias al cual “no solo no he perdido ningún cliente, incluso he ganado nuevos que quieren comenzar a entrenar” ahora que disponen del tiempo para hacerlo.

Si quieres conocer sus historias, no dudes en escuchar este fragmento que hemos emitido en La Mañana del Fin de Semana de COPE.