La lucha contra el yihadismo en las cárceles españolas

Un problema que hay que abordar desde dentro, en nuestro país hay  263 presos relacionados con el yihadismo cumpliendo condena

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La Policía Nacional detuvo este miércoles en Barcelona a un presunto integrante de la célula yihadista desmantelada el pasado febrero que operaba desde el interior de la cárcel madrileña de Valdemoro. Llevaba oculto desde el arresto de ocho integrantes de aquel grupo y había mantenido contactos con organizaciones criminales para la adquisición en el mercado negro de fusiles, rifles, armas automáticas y munición. Es decir, es el ultimo eslabón de una célula terrorista engendrada y crecida en una cárcel española.

Se supone que la cárcel tiene una función de reinserción, pero en este caso puede ser un foco de captación o radicalización muy peligroso. El Ministerio de Interior es consciente de esta realidad y puede suponer un problema de seguridad de primer orden. El último informe de Estrategia Nacional contra el Terrorismo (ENT) fija como uno de los objetivos de actuación, poner coto a la expansión del adoctrinamiento en las cárceles.

Actualmente, en España hay más de cien presos cumpliendo condena por yihadismo y solo una decena han aceptado programas para abandonar la radicalización. También hay un centenar de presos comunes bajo vigilancia por el temor a que hayan podido ser captados o puedan ser captados por estar redes yihadistas. En los próximos 4 años, se calcula que unos 70 presos de los condenados por yihadismo saldrán de nuevo a la calle tras cumplir la pena impuesta. El trabajo del Ministerio de Interior no solo se centra en la actividad de Policía Nacional y Guardia Civil sino también hay un trabajo específico y muy importante que en este ámbito de la lucha contra el terrorismo yihadista se desarrolla dentro de las prisiones españolas. Un programa pionero que es, además, un referente a nivel internacional y se ha exportado a países tan señalados como Turquía. 

Un tema muy preocupante como ha confirmado en 'La Mañana de Fin de Semana', Mario uno de los técnicos de Instituciones Penitenciarias que está aplicando ese programa para evitar que los presos yihadistas no se radicalicen más y que no adoctrinen a otros presos para su causa, "son internos que dividimos en tres categorias, en tres grupos porque no todos tienen el mismo nivel de peligrosidad ni el mismo perfil de comportamiento. Es cierto que la prisión puede operar como lugar en el que puntualmente puedan darse fenómenos de radicalismo, captación o proxelitismo, pero hay que aclarar que las cárceles españoles no se caracterizan por ser especialmente, si las comparamos con otras cárceles europeas, lugares en los que la radicalización, el contagio o la captación sea la norma, con independencia de que puedan producirse fenómenos o conductas y sin restarles importancia".

"Los internos del grupo A que son terroristas, condenados por delitos yihadistas, viven en régimen de aislamiento, los de los grupos B y C, que son presos F.I.E.S. ( de especial seguimiento), los del B muestran señales de captación, reclutamiento..., y se vigila que puedan llevar a cabo algún tipo de conducta de coacción y para ellos la supervisión es permanente; y los del grupo C son los más vulnerables, los que podrían ser candidatos a desarrollar conductas radicales y también están en observación. Por lo cual, la intervención que hacemos es en tres grandes niveles, la prevención, el tratamiento y la intervención en evaluación del riesgo", así explica el técnico de Instituciones Penitenciarias el trabajo que este programa especial lleva a cabo con los internos.

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