Foto de Cierre (10-2-2018) - Esa libertad que siempre está a mano
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Me quedo con una foto que publica el diario La Razón en su segunda página. Un hombre joven, remangado, con una corbata oscura y estrecha, lee delante de un atril. Lee con pasión, para decir mejor la frase levante la mano derecha, la abre. El hombre joven y delgado luego será gordo, siempre un genio. El hombre que habla delante del atril de la CBS es Orson Wells y la instantánea refleja el momento en el que estaba interpretando la Guerra de los Mundos, ese programa radiofónico que hizo creer a decenas de miles de personas, en 1938, que estaban siendo víctimas de la invasión de extraterrestres. Orwell había adaptado su guión de ficción a un formato informativo. De ahí la confusión. En Internet encontrará en este momento usted sitios que le cuentan que el planeta está siendodesbordado por marcianos, que el mundo se acaba. La Guerra de los Mundos se extiende y se prolonga en la era digital. Por eso nosotros, los de las radio de siempre, tenemos que ser especialmente finos, tenemos que esforzarnos más que nunca por contar lo que está ocurriendo, pero también ustedes tienen una tarea importante que hacer. ¿Quién tiene interés en que se difundan noticias falsas, noticias-no noticias? Los nuevos y los viejos poderes, y frente al poder siempre hubo una respuesta imbatible, una respuesta sencilla: la libertad siempre está a mano, hay una libertad que siempre está a mano y que depende de poner en juego lo que llevábamos dentro, lo que llevamos encima: a veces se trata solo de superar el miedo a ejercer esa capacidad crítica con la que vinimos al mundo. Sabemos lo que es justo y es injusto, sabemos cuando una persona, una fuente, una institución es fiable, sabemos de quién es razonable fiarse, sabemos, podemos saber, si nos quieren engañar. Y lo sabemos cuanto más atentamente, más insistentemente, más obstinadamente buscamos lo que es cierto y lo que no lo es. Las mentiras solo se difunde por nuestra falta de atención, por nuestra pereza para juzgar.