"Nuevo salto mortal y con tirabuzón hacia atrás de Pedro Sánchez para esquivarse a sí mismo"

Ángel Correas

Publicado el - Actualizado

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Lo ha vuelto a hacer. Nuevo salto mortal y con tirabuzón hacia atrás de Pedro Sánchez para esquivarse a sí mismo. Para esquivar al Pedro Sánchez que hace menos de un mes decía que no podía dormir con ministros de podemos en su gobierno. Nada mejor que constatar una pérdida de votos y escaños en unas elecciones para superar el insomnio. Lo único malo es lo de la hemeroteca, que te recuerda constantemente aquello que dijiste antes de ayer. No es nada que no se pueda superar con un poco de cinismo político. Tras los resultados electorales, donde se vetaba a Pablo Iglesias ahora se le pone de Vicepresidente.

Ya le dijo García Page, el presidente de Castilla la Mancha en Carlos Herrera el pasado viernes que hace falta tiempo para entender el cambiazo que ha dado Sánchez con Unidas Podemos. Ha pasado del corte de mangas al abrazo, en 48 horas.

Ante el volantazo y para suavizar el asombro entre propios y extraños, Sánchez ha rizado el rizo y ha justificado su decisión de abrazarse con Pablo Iglesias en una carta a la militancia del PSOE. Dice que ahora se han convencido plenamente, que tienen todas las garantías y que la opción de Unidas Podemos es el único camino para evitar el bloqueo.

Lo cierto es que es el único camino que ha querido seguir, porque el propio Sánchez ha descartado todos los demás. Nunca negoció con PP y Ciudadanos antes de las elecciones y ahora tampoco lo hace.

A pesar de todo esto, no faltan voces que piden insistentemente desde fuera y dentro del PP que Casado dé el paso de ofrecer a Sánchez una abstención que le permita no depender de Podemos ni de los independentistas de Esquerra. Es lo que ya se ha tildado como "abstención patriótica".

En este momento, si Pablo Casado apartara lo dicho en campaña y diera el paso de esa abstención seguramente recibiría un no como respuesta, pero, al menos, obligaría a Pedro Sánchez a retratarse. A decir claramente que prefiere un Gobierno con Podemos y la negociación con Esquerra, que aceptar una abstención del PP.

Ahora bien, esta opción de posicionar al PP en la abstención para que Sánchez se retrate tiene varios riesgos para Casado. Uno es que, si no se argumenta bien, podría dar alas a VOX en la pugna por la derecha y el otro es que Sánchez acabara por aceptar la oferta, porque ya hemos visto que no tiene reparos en cambiar de dirección si no le conviene como sopla el viento.

La realidad es que Sánchez negocia con Podemos, pero eso no garantiza una investidura. Necesita más apoyos y como mínimo la abstención de Esquerra y en Esquerra insisten en la negociación de igual a igual entre Cataluña y el Estado. Que lo pida Esquerra, entra en el guion, y además no van a ceder porque hay elecciones a la vista en Cataluña. La duda está en saber hasta dónde cederá Pedro Sánchez.

Y esa duda sí que genera inquietud entre algunos dirigentes regionales del PSOE. Los barones socialistas como Vara, García Page o Lambán andan en estas horas "agazapados" políticamente. Viendo acontecimientos, aunque de vez en cuando, alguno asoma.

Javier Lamban, presidente de Aragón, ha salido a pedir a Pedro Sánchez que defienda a los catalanes no independentistas frente al gobierno irresponsable y supremacista de la Generalitat. Pues, señor Lambán, Esquerra forma parte del Gobierno de la Generalitat y con esos gobernantes que define como irresponsables y supremacistas está dispuesto a negociar el Secretario General del PSOE. Hace bien en inquietarse.