Ángel Correas: "Hay que adaptar la ley, la tremenda confusión por el covid no beneficia a nadie"
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Desde el final del estado de alarma han pasado justo 2 meses. Aquel 21 de junio había una tasa de 8 casos por cada 100.000 habitantes. Hoy son 130 por cada 100.000. En 2 meses son más de 1.100 los brotes detectados y en las últimas horas otras dos localidades han entrado en situación de aislamiento, Cantalejo y a Carrascal del Río, en Segovia. Se unen a otras poblaciones como Alcántara en Cáceres, que estrena aislamiento durante 14 días.
El matiz positivo, o menos malo, radica en el hecho de que, ahora mismo, una mayoría de contagiados son asintomáticos o con síntomas leves pero no hay que perder de vista que han fallecido ya 500 personas en estos 2 meses por causa del coronavirus, y que a pesar de que ahora mismo la virulencia parece menor, no hay que perder de vista que está aumentado progresivamente el número de ingresos, lo que, por ejemplo, ha llevado al ministerio de Sanidad a advertir que el único medicamento aprobado contra el coronavirus, el Redemsivir, se agotará temporalmente en las próximas horas ante el aumento de casos. Esperemos que lo de “temporalmente” signifique por poco tiempo.
Aragón, Cataluña, País Vasco y sobre todo Madrid siguen siendo las regiones más afectadas por nuevos contagios.
En la Comunidad de Madrid los casos además se han disparado lo que ha llevado a las autoridades sanitarias a pedir a los ciudadanos de las zonas más afectadas de Madrid que se queden en casa. El mensaje va dirigido sobre todo a los residentes en los distritos del sur de la capital y en poblaciones como Fuenlabrada, Parla o Alcobendas. Estos significa que hay casi 2 millones de personas a quienes se recomienda no salir de casa en la Comunidad de Madrid.
Y es precisamente en Madrid donde encontramos una de las polémicas de las últimas horas, estaba por llegar y ha llegado. Un juez ha denegado la prohibición de fumar y la limitación de horarias que tenía previsto aprobar la comunidad de Madrid. El magistrado argumenta que “una comunidad autónoma no puede limitar derechos fundamentales con carácter general sin una previa declaración del estado de alarma”.
El juez avisa también de que la Orden del Ministerio de Sanidad que derivaba a las Comunidades autónomas la posibilidad de restringir fumar por ejemplo, nunca fue publicada en el BOE y por tanto no entró en vigor. Con lo que, según este juez, esas decisiones limitaciones establecidas por una comunidad autónoma tampoco se ajustan a derecho.
Uno se pregunta cómo es posible que no se publicara en el BOE una orden que resulta fundamental para que las regiones puedan legislar para combatir el coronavirus.
El Gobierno ha hablado y lo ha hecho para quitarse el muerto de encima. Dice que no publicaron ese documento en el BOE porque era algo que iban a regular cada autonomía. Es decir, entre unos y otros la casa sin barrer y claro, el lío está servido.
A partir de ahora, pregunta clave, ¿cuántos jueces tendrán el criterio que ha tenido este juez que ha tumbado las restricciones de la Comunidad de Madrid? Y ¿cuántos pueden aplicar otro criterio? igualmente válido. Sin ir más lejos, el Tribunal Superior de Asturias ha ratificado en las últimas horas las medidas de restricción que ha tomado el Principado ante un recurso que presentaron los hosteleros. En Asturias, los magistrados aluden a la protección de la salud pública está por encima de intereses económicos.
Es decir, dos medidas similares, en dos comunidades autónomas. En una tienen luz verde y otra no y sin embargo, los criterios jurídicos pueden ser perfectamente válidos en ambos casos. Esto puede seguir pasando.
¿Cuál es el resultado? Una tremenda confusión que no beneficia a nadie. Ni a los jueces, ni a las administraciones a todos los niveles, ni por supuesto a los hosteleros que viven en al incertidumbre, ni a los ciudadanos en general que hoy se levantan con una norma y se van a la cama con otra. Como casi todo lo que afecta al coronavirus, falta una unidad de criterio y este caso falta una legislación adecuada a la que atenerse. Y si no la hay habrá que ponerse a trabajar para que la haya. Si la pandemia es nueva para todo, es necesario que el derecho se vaya adaptando.
Más vale que nos vayamos aclarando cuanto antes porque estamos hablando de salud pública. Además ahora se da el caso con lo de fumar y los horarios de ocio, pero hay otras cuestiones como el inicio del curso escolar que tenemos a la vuelta de la esquina. Y quién dice que no pueda pasar algo parecido, que no tengamos otro lío igual con las medidas que se tomen en las aulas.