Para hablar del presente, a veces, podemos acudir a la historia, la mitología o la leyenda. En la antigua Frigia, ahora Turquía, buscaban un rey. Un oráculo determinó que ese rey sería el primer hombre que vieran montado en una carreta. Ese hombre resultó ser un labrador llamado Gordio. Alcanzó el poder y para agradecer su destino se fue al templo de Zeus y ató su lanza al yugo con un nudo imposible de deshacer. Es lo que se conoce como el nudo gordiano. Cuenta la leyenda que cuando Alejandro Magno alcanzó esta región de Frigia le desafiaron a deshacer ese nudo. Alejandro Magno no se complicó la vida y lo cortó con su espada. El “brexit” es el nudo gordiano que tenemos en la Unión Europea.
Hoy, sábado 30 de marzo, el Reino Unido debería de haber estado fuera de la Unión después de 2 años de negociaciones. La realidad es que el Reino Unido está inserto en una crisis política sin precedentes y el resto espera, o esperamos, acontecimientos al borde del abismo que supondría para todos, España incluida, un “brexit” sin acuerdo.
El Parlamento británico ha denegado por tercera vez el acuerdo de salida del Reino Unido por 58 votos de diferencia. Es el tercer no que recibe Theresa May cuyo camino parece abocado a la dimisión y vuelta a empezar. Todo este lío, deja dos posibilidades abiertas para deshacer el nudo. Ninguna parece óptima.
La primera salida; un “brexit” sin acuerdo que se materializaría el próximo 12 de abril. En apenas 2 semanas. Una solución que no es buena para nadie pero que cobra cada vez más fuerza. Esto implicaría un caos importante y afectaría a muchos aspectos de la economía europea y también española. Por poner algunos ejemplo, los productos agrícolas, industriales, el turismo, vuelos, flujo de capitales o la situación de Gibraltar sin ir más lejos.
La segunda salida: que llegados a esa fecha límite del 12 de abril el Reino Unido solicite una nueva prórroga de un año para seguir negociando y que el resto de países de la Unión, en un ejercicio de paciencia infinita acabe por conceder más tiempo. Esta alternativa plantea una situación kafkiana. Si el Reino Unido sigue más allá del 12 de abril tendría que participar en las elecciones europeas previstas para finales de mayo. Habría diputados británicos con voto en decisiones de una Unión Europa de la que tienen que salir.
El Parlamento Europeo se reunirá de urgencia el próximo 10 de abril. A 48 horas para que expire el plazo. La unión se prepara para una ruptura a la brava.
Se atribuye al actor cómico Groucho Marx esta frase; “La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados...”
Y ésta podría ser fácilmente una descripción breve de lo que ha sido el “brexit”. El Gobierno del Reino Unido se buscó un problema convocando una referendum en 2016. Se encontró un problema cuando ese referendum lo ganó el Brexit. Se diagnosticó en falso que 2 años serían suficientes para alcanzar un acuerdo de salida y ninguno de los 3 remedios, de los 3 acuerdos, a los que ha llegado Theresa May han sido acertados porque los 3 han sido rechazados por el Parlamento.
Groucho Marx dijo una frase que le viene al pelo al Brexit pero tiene también una película que cuadra bastante con la situación: El camarote de los hermanos Marx.