Ángel Correas: "Los test defectusos demuestran de la falta de músculo del ministerio de Sanidad"
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Todos y cada uno de los datos, de las cifras que vamos a dar, representan personas. Más de 64.000 personas afectadas de coronavirus, más de 4.800 fallecidos, más 4.800 familias con el duelo en cuarentena y más de 9000 personas que pueden decir que han superado la enfermedad. Todos son personas, familias... Vaya por delante de cualquier cifra.
Los datos oficiales del ministerio de Sanidad señalan que de los 64.000 contagiados, 36.000 precisan o han precisado hospitalización y entre ellos más de 4000 en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
Hay algún dato más que da una idea de los impactos del coronavirus en nuestro país. Según la última cifra oficial, el 63 % de las personas que han perdido la vida tiene más de 80 años. Por debajo de los 60 años de edad, el número de muertes supone apenas un 4% de las registradas. Este dato refleja por sí sólo la crítica situación de las residencias de mayores en esta crisis. Aquí es donde se ensaña.
España ha registrado la cifra record de 769 muertos en 24 horas
En la Comunidad de Madrid han fallecido 2.400 personas en total. Esta semana que todavía no ha terminado se habilitaron los 1.800 metros cuadrados del Palacio del Hielo como morgue. Pues para la semana viene han tenido que buscar otra ubicación por falta de espacio, lo que iba a ser el complejo de la Ciudad de la Justicia. En lo que iba a ser el Anatómico Forense.
En la otra cara de la moneda, el hospital de campaña levantado por el Ejército en IFEMA. Por el Ejército, por los bomberos y por un buen número de profesionales que se fueron allí a echar una mano a cambio de nada.
A construir la infraestructura necesaria para 5000 pacientes en apenas 24 horas. Y no solo son camas y mantas... que también. Son kilómetros de tuberías y conexiones eléctricas que han surgido donde antes no había nada. Y lo mejor de todo es que funciona.
Cataluña es otro de los puntos donde la evolución del coronavirus mantiene en jaque a la estructura sanitaria. Casi 13.000 casos y 880 fallecidos y por primera vez se ha solicitado la intervención del Ejército, de la UME para desinfectar un centro de menores de Badalona. Además, sigue la estrategia madrileña y Cataluña reubicará en hoteles a más de 160 ancianos con síntomas de COVID-19
En Igualada, en Barcelona, uno de los focos de contagio más preocupantes hay 57 fallecidos y de los más de 500 positivos, 140 han sido personal sanitario en las ultimas horas, algunos, ya recuperados, se han ido reincorporando. No muy lejos de allí, en la cárcel Barcelonesa de Brians ha confinado a los 72 internos de su módulo 5 después de que uno de sus presos ha dado positivo por coronavirus. No deja de ser paradójico, aplicar un confinamiento en una cárcel.
Y luego está el asunto de los test para las pruebas del coronavirus. Ya hemos dicho que no toca la crítica, que llegará el momento de pedir explicaciones pero es que el Gobierno lo pone muy difícil. Lo de los test ha sido la demostración de la falta de músculo de un ministerio como el de Sanidad.
Acostumbrado a tener su competencias delegadas en las comunidades Autónomas durante décadas, ahora que asume el control no ha sabido dar la talla, ha llegado tarde y a la primera se la han colado. Nos la han colado
El ministro Salvador Illa llegó a un ministerio controlado, sin demasiadas turbulencias y donde podía demostrar su buena manopolítica con las comunidades autónomas. Pero le ha tocado gestionar el caos.
La compra de los 640.000 mil test defectuosos, un timo, ha sido la puntilla. Illa absorbe las críticas y el director del Centro de Coordinación y Emergencias, Fernando Simón, hace otro tanto. Se han devuelto y el mismo proveedor entregará material en condiciones.
Esta vez si, dice Fernando Simón al que le toca dar la cara, una vez más. Falta saber si estaba tocando madera.