Correas: "Atenuar la sombra del cálculo político ante la pandemia pasa por que Illa deje de ser ministro"

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Hace justo un año era noticia en los titulares de la prensa mundial una noticia. Aquel 23 de enero, tal día como hoy, el Gobierno chino había ordenado el cierre total de la ciudad de Wuhan. Los ciudadanos quedaron encerrados en casa y las calles desinfectadas por ejércitos de soldados enfundados en monos blancos cerrados herméticamente.

ASÍ COMENZÓ LA PANDEMIA

Cuando cualquiera de nosotros vimos esas imágenes seguramente pensamos en que algo así no podía pasar en nuestro país. Que eso era cosa del Gobierno chino, exagerado y dictatorial a partes iguales. Era algo exótico y en esta Europa de libertades, de tecnología avanzada, de comunicaciones globales, de sistemas sanitarios fuertes, algo como lo que estaba ocurriendo en China no podía pasar. Un panorama semejante solo cabía en el hueco destinado a la imaginación.

LA SITUACIÓN ACTUAL EN NUESTRO PAÍS

Pues bien, menos de 2 meses después, estábamos encerrados en casa y con los hospitales al borde del colapso. Y un año después, vivimos bajo los horarios de un toque de queda y seguimos cruzando los dedos para que los hospitales y quienes trabajan en ellos resistan la presión de esta tercera ola de coronavirus.

Un año después, España suma en un día casi 43.000 nuevos casos positivos y lleva desde el lunes registrando cifras que ronda los 400 fallecidos al día. La incidencia acumulada es de 828 casos por cada 100.000 habitantes, de media, pero hay regiones como Extremadura, Castilla y León, Valencia o Murcia donde esa media se eleva por encima de mil.

NUEVAS RESTICCIONES EN LAS CC.AA.

En la Comunidad de Madrid, desde este próximo lunes se adelanta una hora más el toque de queda. A partir de las 10 de la noche y además, se prohíben las reuniones de no convivientes y la hostelería y establecimientos comerciales tendrán que cerrar a las 21.00 hrs. Todo desde este próximo lunes. El sistema sanitario en Madrid es de los más fuertes de España pero vuelve a estar bastante tensionado. Es verdad que han bajado ligeramente los contagios pero han subido las hospitalizaciones. Las autoridades sanitarias madrileñas piden a los mayores que se queden en casa.

También desde este lunes el País Vasco cierra perimetralmente todos los municipios. No habrá movilidad entre localidades salvo por causa justificada. También se limitan a cuatro personas como máximo las reuniones sociales, tanto en el ámbito público como en el privado.

Baleares ha ordenado el cierre perimetral de la Isla de Ibiza y en Navarra, ya están en vigor las nuevas restricciones que obligan al cierre del interior de los bares y restaurantes y limitan las reuniones en el ámbito privado a una única unidad de convivencia, es decir, nada de recibir vistas en casa.

Valencia tiene previsto prohibir en las próximas horas reuniones de NO convivientes. Cuando le han preguntado a la vicepresidenta regional, a Mónica Oltra, cómo lo van a controlar le ha limitado a decir que es cuestión de autocontrol. Ahora mismo, 1 de cada 4 fallecidos por COVID 19 se registra en la Comunidad Valenciana donde se han vuelto a superar los 8000 nuevos casos.

En Andalucía están cerradas todas sus capitales de provincia, excepto Sevilla donde también se superan los 500 casos por cada 100.000 habitantes. En ciudades como Almería o Jerez esa tasa de incidencia ya supera los 1000 casos.

En La Rioja, este viernes se ha ordenado el cierre de todos los municipios de la región, la clausura de los establecimientos no esenciales y se han limitado las reuniones a sólo los miembros de la unidad conviviente.

LA VACUNA, EL ESTADO DE ALARMA Y LAS ELECCIONES CATALANAS

Estas son las novedades en cuento a las restricciones, porque el resto de regiones, aunque no han anunciado en las últimas horas nuevas medidas no mejoran sus datos. El virus ahora mismo está descontrolado en nuestro país, pero el presidente del Gobierno dice que el actual estado de alarma funciona y tenemos el arma definitiva. La vacuna.

En resumen que el Gobierno se sigue cerrando en banda a permitir un adelanto del estado de alarma antes de las 22.00 de la noche tal y como reclaman varias comunidades autónomas.

Y aquí es donde se mezcla la política con la pandemia. ¿Por qué lo digo? Por las elecciones catalanas. Expongo los hechos. Ya sabemos que el candidato socialista es el actual ministro de Sanidad, Salvador Illa y también sabemos que si las elecciones siguen convocadas para el 14 de febrero, en apenas 3 semanas, Illa cuenta con opciones para ganarlas.

Esquerra, que ahora gobierna la Generalitat en funciones, intentó retrasarlas pero el Tribunal Superior de Justicia catalán las mantiene como estaban, el 14F y esgrime que no se cambiaría la fecha a no ser que se decreten medidas más restrictivas. Por ejemplo, adelantar el toque de queda.

¿Y quién puede aplicar medidas más restrictivas que retrasarían las elecciones? Lo puede hacer el Gobierno y por tanto el ministerio de Sanidad que controla, precisamente, el candidato Illa a quien no parece convenir un retraso electoral. Y el hecho es que las restricciones no se están adoptando.

Illa comparecerá la semana que viene en el Congreso antes de dimitir

Es por esta situación por la que es difícil comprender que Illa siga al mismo tiempo como ministro y como candidato. Si lo que se quiere es hablar de criterios sanitarios y científicos lo mejor sería que desapareciera la sombra del cálculo político y eso tiene que pasar porque el ministro deje ya su cargo y se vaya a la campaña electoral.

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