Correas: "No parece que Sánchez vaya a dar la carta de la notoriedad a Iglesias con un puesto en el Gobierno"

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Pablo Iglesias es el líder de Podemos. Eso nadie lo discute en su partido (y quien lo discute no sale en la foto). Ayer se enfrentaba al tercer Consejo Ciudadano Estatal en un mismo año y después de un sonoro batacazo electoral, primero en las generales y luego confirmado en las europeas, municipales y autonómicas.

Ha habido voces críticas en Podemos (haberlas haylas, como las meigas), pero ayer cerraron filas en torno al líder. Se trataba de ponerle cara a los malos resultados electorales y esa cara es la de Pablo Echenique que ha sido relegado de la secretaría de organización. ¿Críticas o malestar por esta decisión?, ninguna. Lo ha dicho el líder y punto.

Así que, una vez señalado el responsable de la debacle, solo quedaba asistir al análisis de las causas de la debacle morada en autonomías y municipios. Y ese análisis lo hace también el líder. Y cita dos puntos clave: el galimatías de siglas de Podemos por toda España y la falta de liderazgos en las autonómicas y municipales. No cita el batacazo nacional donde también se pueden buscar problemas

A lo mejor de liderazgo no, pero sí de credibilidad porque Podemos ha perdido alrededor de 1.400.000 Mil votos y 29 escaños de unas elecciones generales a otras. Algo tendrá que ver, a lo mejor, haber quedado solapado bajo la sombra de Pedro Sánchez tras la moción de censura o la compra del chalé de Galapagar. No por la compra en sí, que está en todo su derecho Pablo iglesias, sino porque sorprendió a propios y extraños y dilapidó esa imagen que había dado de hombre de barrio humilde.

Ya quedan pocos en Podemos que abiertamente hagan ese papel crítico. O se han ido o han sido relegados. Lo de ayer fue navegar en aguas tranquilas.

Iglesias ha pasado por el taller político, le han dado una manita de pintura de líder para seguir negociando con Pedro Sánchez algo de protagonismo en la formación de un nuevo Gobierno.

El líder iglesias implora entrar en el ejecutivo de Sánchez para situarse de nuevo en el círculo de la relevancia política nacional. Sus votos son importantes, si pero no tanto como lo fueron hace 3 años y tiene menos. Tras la moción de censura dejó de ser una amenaza política para el PSOE y pasó a ejercer de muleta y eso también se nota en las urnas.

Salvo extrema necesidad, no parece que Pedro Sánchez vaya a ser quien le de la carta de la notoriedad a Pablo Iglesias otorgándole un puesto en un Gobierno. Antes de eso, el presidente en funciones está explorando otras muchas opciones. De hecho, en público, Podemos ha pasado de ser socio preferente en Moncloa a simplemente socio. Es cuestión de prioridades.

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