Correas: "Los datos del PIB son de economía de guerra y el COVID ha sido una guerra en tiempo de paz"
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Que el coronavirus iba a pasar una importante factura económica era algo esperado, ahora bien, que el descalabro alcance la categoría de debacle histórica es más difícil de digerir a pesar del confinamiento.
La economía española se ha hundido. Ha perdido en el segundo trimestre un 18,5% y cae un 22% si lo comparamos con el año pasado. España, es con diferencia el país de Europa que peor ha soportado el impacto del coronavirus. España ha perdido en 3 meses, la riqueza creada en 14 años. Los datos corresponden a una economía de guerra (es la mayor caída desde la Guerra Civil) y lo cierto es que lo que vivimos en los meses de marzo o abril, con los hospitales al borde del colapso, con las morgues saturadas en lo más cercano que podemos ver a una guerra en época de paz.
Cuando uno habla de Producto Interior Bruto (PIB) y de porcentajes y de grandes números, podemos perdernos en los grandes titulares pero traducido al día a día son millones de personas sin empleo, millones de autónomos sin cotizar, centenares de miles en ERES temporales, el consumo por los suelos y la amenaza para miles de empresas. En esto se traduce la caída del PIB.
¿Qué ha provocado la caída por el precipicio? No todo responde a la gestión del Gobierno. Factores hay muchos y el detonante ha sido el estado de alarma.
La economía española tiene una dependencia histórica del sector servicios relacionado con el comercio, la hostelería o el turismo y es cierto que este sector ha sido precisamente el más castigado por el confinamiento.
Es cierto también que la crisis mundial ha paralizado las exportaciones o las inversiones y es cierto que el parón se ha notado en la industria, por ejemplo de automóvil, o también en la construcción. Todo esto es una realidad que ha jugado en nuestra contra como país. Nuestra economía es así. Pero esto no exime de la responsabilidad de los gestores públicos.
Dicho de otra manera, la aparición del Coronavirus no es una responsabilidad del Gobierno y el confinameitno era un mal necesario. Pero si es una responsabilidad del Gobierno gestionar la crisis e implementar medidas para amortiguar las consecuencias. Y a tenor del batacazo, ahora mismo se ha amortiguado poco o nada.
Y llama la atención que la economía española sea la más dañada de nuestro entorno europeo. Ni siquiera Italía, que ha sufrido la epidemia de forma brutal, como en España, tiene una caída tan acuciada de su economía.
Con estos datos no hay nada que celebrar y la ovación cerrada que los diputados del PSOE le dieron a Sánchez en el congreso el pasado miércoles resulta hoy increíble con este contexto, y solo han pasado 4 días aparecen como fantasmas sonoros en medio de las cenizas económicas. Como aquella voz de la ministra Nadia Calviño que el mes de marzo, cuando empezábamos a abrir las puertas del confinamiento vaticinaba que el coronavirus iba a tener “un impacto poco significativo en la economía española”. Después decía que había que ser prudentes y menos mal porque no dio una en la bola de cristal.