Correas: “El confinamiento en Lérida recuerda que la nueva normalidad es endeble y sujeta a cambios drásticos”

El director de 'La Mañana Fin de Semana' analiza lo ocurrido en Lérida que ha llevado a tomar la medida de confinar a una buena parte de la comarca por un brote de coronavirus

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Ángel Correas

Publicado el - Actualizado

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Amanecer dominical que deja una parte importante de la provincia de Lérida en situación de confinamiento debido a un importante brote de coronavirus. El primer gran brote tras la desescalada y el estado de alarma.

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Se trata de toda la comarca del Segrià. 38 municipios afectados incluida la capital provincial, la ciudad de Lérida. Estamos hablando de una población que ronda los 200.000 habitantes que durante 15 días sólo van a poder salir de sus casas para trabajar y se prohíben las reuniones de más de 10 personas en espacios públicos o privados.

La Generalitat tomó en el mediodía de ayer la decisión tras comprobar en una reunión de urgencia que los casos del brote se han triplicado en los últimos 10 días, hasta superar los 4000 positivos.

Es curioso como 24 horas antes, esta misma consejera descartaba adoptar medidas drásticas y hoy estamos hablando de un confinamiento para 200.000 personas.

EL ORIGEN DEL BROTE DE LÉRIDA

La pregunta es ¿cómo se ha originado este brote?

En realidad el de Lérida no responde a un solo brote sino hasta 9 detectados en esa misma zona en las últimas semanas. Al menos 4 están relacionados con temporeros, personas que se dedican a la recogida de fruta, en su mayoría inmigrantes magrebíes, senegaleses o de Europa del este.

La mayoría duerme donde puede y por el día trabajan en el campo sin que la seguridad por el COVID sea ninguna prioridad. Por su dispersión, su permanente movilidad, la falta de hábitos de seguridad, puede que por falta de información y comunicación este grupo es de complicado control y a la vista está que la situación se ha ido de las manos.

Es un tipo de trabajador difícil de controlar, pero es necesario, ya que la mano de obra nacional para este sector no es suficiente y hay mucha fruta por recoger. Según las organizaciones agrarias España necesita más de 80 mil temporeros al año para mantener el sector hortofrutícola. De hecho, el Gobierno les ha considerado personal esencial durante el estado de alarma.

El quid de la cuestión radica en si se ha prestado suficiente atención a este colectivo. El caso de Lérida es una advertencia para tomarse en serio la movilidad y las condiciones de este colectivo laboral.

No es la primera vez que este grupo específico de trabajadores del campo, los temporeros, son protagonistas de los brotes que estamos contando desde el final del estado de alarma. A mediados del mes pasado un brote de coronavirus puso en alerta la región de Murcia, se había dado entre una decena de temporeros que regresaban de Francia. Entonces el gobierno murciano, hace un mes, pidió aumentar el control sobre estos trabajadores para prevenir brotes. A la vista está que tenían razón en su aviso.

PREOCUPACIÓN POR EL RESTO DE BROTES DE CORONAVIRUS EN ESPAÑA

Los brotes de coronavirus siguen ocupando titulares y el confinamiento de Lérida ha devuelto la sombra de la preocupación. Recuerda que el virus sigue ahí y que no es descartable ninguna opción. Nos recuerda que esta nueva normalidad es endeble y sujeta a cambios drásticos.

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