Ángel Correas: “Ahora es difícil valorar si el Rey Juan Carlos sale o no por la Puerta Grande de la historia”

El rey emérito, Juan Carlos I se despide hoy de toda actividad oficial aunque será en una visita privada a la madrileña plaza de toros de Aranjuez.

La corrida, cuyo cartel lo componen Morante de la Puebla, El Juli y José María Manzanares, servirá de homenaje a doña María de las Mercedes, la madre de Don Juan Carlos.

Precisamente, a día de hoy, sin una perspectiva histórica, sin distancia de los hechos que vivimos, es difícil valorar si Don Juan Carlos sale o no por la puerta grande de la historia. Personalmente creo que sí porque, uno que nació en plena transición, alberga el recuerdo del Rey Juan Carlos como una figura de referencia.

Luego, es verdad que como en tantas cosas en la vida, se va diluyendo la inocencia y hay episodios que enturbiaron la imagen de este monarca pero la clave está en que, en esa balanza histórica, pueda pesar más los aciertos como Rey, su papel institucional, que sus errores como ser humano.

Hacerse a un lado, desaparecer por completo de viajes y agendas oficiales, es el último paso del Rey Juan Carlos para ceder todo el protagonismo a su hijo Felipe VI. Como Rey esta retirada puede tener muchas lecturas. Como persona, con 81 años, parece bastante normal.

Lo que desde luego no entra dentro de la normalidad es que una vida se apague con 35 años. Eso es una desgracia en cualquier circunstancia y con cualquier persona. Hablamos de la muerte en accidente de tráfico del futbolista, internacional con España, José Antonio Reyes. Un accidente de tráfico en una carretera que conocía bien entre Utrera y Sevilla. Perdió el control del vehículo, y el coche acabó incendiado. Junto a él murió su primo de 23 años y una persona más consiguió salir del vehículo pero continúa herida muy grave.

Como tantos jóvenes en este país, Reyes se ha dejado la vida en el asfalto y como tantos jóvenes en este país impresiona ver una vida segada en plena juventud. Es otra familia rota y aquí si que no importan los títulos, los curriculums, los aciertos o los errores, todo se reduce a la tristeza.

Su muerte evidencia esa realidad de los accidentes de tráfico que el año pasado acabaron con la vida de 1.108 personas en las carreteras españolas. Por la relevancia de la persona fallecida hoy le ponemos un nombre y apellidos a una tragedia que generalmente es anónima para los medios. Hoy no. Ojalá sirva, al menos en estas horas, para recordar la necesaria prudencia en el carretera.

La capilla ardiente de José Antonio Reyes quedará instalada a partir de las 16.00 horas en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, el estadio del Sevilla, su club de toda la vida. Descanse en Paz