Antonio Herraiz: "Cuando lanzan un globo sonda para subir un impuesto, es para cumplirlo"

Antonio Herráiz

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

En la recta final de los juegos olímpicos, con 15 medallas garantizas para los nuestros, la última, la plata de Damián Quintero en Karate, en esta primera semana de agosto se ha colado en la actualidad, de forma inesperada Leo Messi. No es un deportista más. Para algunos es el mejor futbolista de toda la historia. Y ahí está su palmarés: 35 títulos, con 4 copas de Europa, diez ligas y 7 copas del rey. Tampoco es un futbolista más por sus ingresos. Solo en los últimos 4 años ha ganado más de 500 millones de euros.

Por eso, su marcha del Barca trasciende incluso el ámbito del deporte. Después del escueto comunicado emitido por sorpresa por el club, en el que hablaban de obstáculos económicos y estructurales, hoy ha comparecido el presidente del fútbol club Barcelona Joan Laporta. Además de dar muchos rodeos en la delicada cuestión financiera por la que atraviesa el club, ha cerrado la puerta a que la cesión pueda ser revocable: “Insisto, no quiero generar falsas esperanzas. Esta negociación ha concluido y nos ha llevado a que los acuerdos no se han podido formalizar porque no podíamos inscribir al jugador por el límite salarial que tiene el Barça. No tenemos margen salarial. Consideramos que el club está por encima de todo, y no debe entrar en esta dinámica de hipotecar los derechos audiovisuales del club por medio siglo. Y ahora, pues con más motivación que nunca, para que el Post-Messi sea muy exitoso.”

¿Dónde va a ir ahora Leo Messi? Esa es la incógnita que se irá desvelando en las próximas horas, en los próximos días, próximas semanas, aunque su marcha deja una evidencia. Seas o no del Barca. Al igual que pasó cuando Cristiano se fue del Real Madrid. La liga española, sin los dos mejores jugadores de los últimos 15 años, es menos liga.

Por lo demás, sigue siendo noticia el impuesto especial contra Madrid para compensar eso que llaman efecto capitalidad. Es una propuesta que lanzó el valenciano Ximo Puig y que varios ministros de Pedro Sánchez han avalado. Tres cuestiones. Aquí siempre hablan de impuesto a los ricos, o en su defecto impuesto a las rentas altas. La experiencia nos dice que termina salpicando a todos. Segundo, es una propuesta que tiene un claro objetivo. Cargar contra un Gobierno de un signo político distinto al que maneja la Moncloa. Y tercero, abre un nuevo debate territorial. El problema es que, una vez más, tratan de imponer, en lugar de buscar una mayor armonización fiscal entre todos los territorios. En Herrera en COPE, esta mañana el consejero de economía y hacienda madrileño, Fernández Lasqueti, hablaba de hachazo: “Si nos pega un hachazo fiscal a los madrileños, le va a ir peor a toda España. Y, además, no le llegaría ni un euro a otro lado. A España le viene bien que a Madrid le vaya bien, como le viene bien que le vaya bien a cualquier lugar de España. Y tratar de presentar que es Madrid contra el resto. No, es Madrid y el resto. Todos juntos”.

Cuando lanzan un globo sonda para subir un impuesto, y ahí está la experiencia, es para cumplirlo. Al tiempo.