Antonio Herráiz: "Cada X en la casilla de la Iglesia significa un retorno de 80 euros a la sociedad"
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La semana que viene comienza la campaña de la renta. Hasta el 2 de julio es momento de ponerse al día con Hacienda que no deja de ser un trámite más para unos y un suplicio para otros. A partir del lunes ya puedes pedir cita previa a través de Internet y en los teléfonos de la Agencia Tributaria.
Como siempre, tienes la opción de marcar la X en la casilla de la Iglesia. Ni pagas más ni te devuelven menos. En cambio, cada euro invertido en la campaña, tiene un retorno en la sociedad de 80 euros. Este año, el lema de la campaña de la conferencia espiscopal refleja el verdadero fin de marcar la X en la casilla de la iglesia: “Juntos por un mundo mejor”.
Y por ese mundo mejor, en ayuda a los más necesitados , el año pasado más de 8 millones y medio de contribuyentes marcaron la X de la Iglesia. Hoy en MEDIODÍA COPE te contamos el testimonio de Inés Ruiz. Es periodista freelance y este año va a hacer la declaración de la renta por primera vez. No tiene duda, pondrá la X de la iglesia porque ha comprobado en primera persona la labor que hacen institucione como cáritas.
Y hablando de dinero y de las cuestiones de la administración, hoy el consejo de ministros ha aprobado la oferta de empleo público de este año. Todos sabíamos que Pedro Sánchez iba a llegar a un acuerdo con los sindicatos antes de las elecciones. Y es en este contexto en el que se entienden las cifras, de gran impacto electoral. Estamos ante la mayor oferta de empleo público desde 2008. Se crean casi 34.000 plazas en la administración general del estado y supone creación de empleo público. Es decir no sólo se sustituyen los funcionarios que se jubilan, sino que habrá plazas de nueva creación.
Sánchez sabe que la creación de empleo público suele tener poca contestación. Cuantas más plazas, menos críticas. El problema es que, a estas alturas del guión, a menos de un mes para las elecciones, ni al presidente del Gobierno ni al PSOE les importa quién y cómo se va a pagar después. Como si las cuentas del estado estuvieran rebosantes.