Antonio Herráiz: "Boeing tiene que actuar con rapidez para no generar una sensación de intranquilidad"
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Hoy es protagonista Luis Díaz. Luis es venezolano y lleva seis años viviendo en España. Su mujer se llama Esperanza, una hija de gallegos que emigraron a Venezuela. Allí se conocieron y tuvieron dos hijos. Ellos viven en Sant Boi de Llobregat, en Barcelona donde regentan una cafetería. Hace seis años decidieron venir a España porque la situación, lejos de mejorar, se convertía en insostenible. A la falta de alimentos, de medicinas se añaden los problemas de seguridad. Hubo un momento crítico, agónico, que les llevó a tomar la decisión. Su hijo pequeño tenía entonces 12 años y le intentaron secuestrar.
Este episodio fue la gota que colmó el vaso. Luis, su mujer y su hijo decidieron venir a España. Hoy son noticia porque Luis es el padre del periodista detenido durante 24 horas por el régimen de Maduro. Luis Carlos es su hijo mayor, que tiene 34 años y que decidió quedarse en el país para contar la realidad que vive Venezuela e intentar cambiar las cosas. Está acusado de estar detrás del sabotaje eléctrico que mantiene sin luz desde el jueves a gran parte del país. El padre del periodista ha dicho que es una víctima más del régimen. Ha contado que Luis no tiene conocimientos ni para cambiar una lámpara, con lo que difícilmente puede provocar el apagón. Durante el tiempo que ha durado la detención, han pasado miedo. A pesar de todo, no tiene intención de abandonar el país.
Miércoles en el que estamos pendientes de Boeing. A esta hora, abre la bolsa de Nueva York mirando la situación de la compañía Boeing cuyo modelo 737 ha quedado inmovilizado por decenas de aerolíneas. Todo por el accidente del domingo en Etiopía en el que murieron 157 personas, entre ellas dos españoles. Entre el lunes y el martes ha perdido más de 26.000 millones de su valor en Bolsa. De las 34 operaciones previstas con este aparato para hoy en España, no se ha cancelado ninguna. Las compañías afectadas están reprogramando sus vuelos con otros aviones. El veto de Europa al modelo 737 agrava la crisis de Boeing. Y Boeing tiene un reto. Tiene que actuar con rapidez. Primero para recuperar la confianza de las autoridades. Y segundo, para no generar una sensación de intranqulidad innecesaria.