Antonio Herraiz: "Hay que controlar la pausa del café en el trabajo pero urge más mejorar la productividad"

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Hoy hemos conocido una sentencia de la Audiencia Nacional que resuelve, en parte, un debate habitual en todos los centros de trabajo. ¿Hay qué contabilizar de alguna forma las pausas que algunos trabajadores hacen para fumar o desayunar? No todos los empleados de una compañía salen a fumar, no todos salen a tomar café y la pregunta que siempre ha sobrevolado es si esas pausas había que descontarlas de la jornada.

No es un debate nuevo, pero un sindicato emprendió una larga batalla judicial contra una empresa de carburantes. La compañía tenía flexibilidad horaria para la incorporación al puesto de trabajo, existía control de acceso mediante tornos aunque era a efectos de seguridad y no de control de la jornada. Esto es anterior a que se impusiera la obligación del control horario.

¿Qué es lo que ha resuelto la Audiencia Nacional? Que la empresa puede descontar las pausas del café o cuando salen a fumar de su jornada laboral. Esto quiere decir que no se integran como tiempo dentro del tiempo estimado que hay que permanecer en el trabajo.

¿A partir de aquí el debate se cierra? No, porque la sentencia se puede recurrir. Pero, sobre todo, porque se abrirá el círculo con otra cuestión, que muchas empresas controlan minuciosamente desde hace años. No es cuestión del tiempo que pasas en el trabajo sino de la productividad. Y en este punto, en España, tenemos mucho que mejorar.

Hoy también tenemos Consejo de Ministros, con claro contenido económico. Comienzan los primeros trámites para la elaboración del presupuesto de 2020. Por si alguno se le ha pasado por alto, seguimos con el presupuesto de Cristóbal Montoro aprobado a mediados de 2018, una semana antes de la moción de censura contra Rajoy. Hay muchos factores en juego, y a la espera de que precisen la previsión de crecimiento, pocos dudan de que serán una cuentas en las que se va a ampliar de forma considerable el gasto público. Sánchez consiguió seguir en Moncloa con muchas ataduras y muchos peajes que vamos a terminar pagando entre todos.