Antonio Herráiz: "Los alimentos y las medicinas son también armas políticas en Venezuela"

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La primera parada la hacemos en Venezuela y con una cifra que refleja a la perfección la situación que se vive en este país caribeño. Tres millones 400.000 venezolanos han salido de su país por la crisis política y económica. Es el dato que acaba de actualizar la agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR, y la organización internacional para las migraciones. Son 400.000 más que la última cifra aportada por este organismo. Tres millones 400.000 personas que huyen del hambre, la miseria, la inseguridad y la persecución permanente del régimen.

Hay varios elementos que mantienen la atención en este país. Mañana, la oposición tiene previsto que comiencen a entrar toneladas de ayuda humanitaria que en estos momentos está a las puertas del país, en la frontera con Colombia. Venezuela está completamente polarizada y los alimentos, las medicinas están siendo también empleadas como un arma política. El presidente interino, Juan Guaidó, ha dicho que la ayuda entrará a Venezuela sí o sí. Y su objetivo es convencer a la cúpula militar. 

Atentos al aviso que acaba de lanzar EEUU. Si la entrega de la ayuda humanitaria acaba en un derramamiento de sangre, el responsable será Nicolás Maduro.

No sólo la la comida y los medicamentos son motivo de discordia en Venezuela. También la música. A esta hora, la noticia está también en la frontera entre Colombia y Venezuela. Miles de personas se preparan ya para disfrutar del concierto Venezuela Aid live. No es un concierto cualquiera. Artistas de la repercusión de Alejandro Sanz, Miguel Bosé, Juanes, Maná, Luis Fonsi y Juan Luis Guerra se han unido para buscar recursos para Venezuela. Maduro ha contraprogramado con otro concierto.

Y como hay días para absolutamente todo, hoy se celebra el día internacional de la Igualdad Salarial. El de hoy es de justicia. Además de un derecho, es una obligación que una mujer cobre lo mismo que un hombre. Por el mismo trabajo y las mismas horas, idéntico sueldo. En las situaciones en las que se produce esta discriminación hay que denunciarlo. Eso es una labor de inspectores, de los equipos directivos de las empresas y también de los afectados.

El problema de esta causa tan justa y tan noble es que está abierta a la ideología y también a la manipulación. No se puede hacer una causa general de la brecha salarial, porque flaco favor estaríamos haciendo a las mujeres que sí la sufren. Y desde determinados ámbitos de la izquierda y también desde los sindicatos, tratando de sacar rédito político, se está desvirtuando, haciendo creer que en todas las empresas se discrimina salarialmente a las mujeres por el hecho de serlo. Cuando se hacen comparaciones, hay que hacerlas sin viciar las estadísticas. No es lo mismo un contrato a tiempo completo, que un contrato a tiempo parcial. Y en esas estadísticas sería conveniente también extraer el período de maternidad. Si las causas justas las terminan monopolizando y manipulando los mismos, estaremos muy lejos de solucionar el problema.