Herraiz pregunta a Verstrynge y Belarra: "¿Si no están de acuerdo con Sumar por qué han firmado entonces?"

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Antonio Herraiz repasa en su editorial de este domingo los temas más candentes de la actualidad como el estado en el que se encuentran los cuatro hermanos colombianos encontrados con vida cuarenta días después del accidente de avioneta que costó la vida a su madre, el piloto del aparato y un amigo de la familia:

"En la capital de Colombia, pasan su primera noche los cuatro hermanos rescatados en la selva tras 40 días desaparecidos. Ya te hemos contado que su estado de salud es bueno, salvo los síntomas deshidratación y las picaduras de mosquito que presentan. Lo que toca también es examinarles en profundidad, con análisis clínicos y pruebas médicas que confirmen que no han contraído ninguna enfermedad grave durante el largo mes que han pasado en medio de la selva.

Apenas ha pasado un día desde que el Gobierno de Colombia confirmó la noticia y todo lo que se viene conociendo añade aún más épica a esta historia.

Es verdad que, para entenderla bien, no sirve nuestra mirada ni nuestra experiencia. Cualquiera de nosotros, los que estáis escuchando, yo, cualquiera, salvo que conozca al dedillo la selva, se pasa 40 días perdido en el monte más recóndito de su pueblo o en el bosque más inaccesible y tiene nulas probabilidades de sobrevivir, si no es con ayuda de alguien. Pero aquí se conjugan varios factores que lo han hecho posible.

Lo importante será escuchar la versión de los niños. Sobre todo, de los dos mayores, Lesly, de 13 años, y de Solecny la de 9. Los otros dos son demasiado pequeños. Tien Noriel tiene 4 y Cristin es un bebé que ha cumplido su primer año de vida mientras estaba desaparecido.

Vamos a intentar recomponer la historia para entender mejor cómo han logrado sobrevivir. El 1 de mayo viajaban en una avioneta junto a su madre. El padre se había visto obligado a abandonar la región en la que vivían, amenazado por la guerrilla, y ellos iban a reencontrarse con él. Cuando sobrevolaban la selva, el aparato se estrelló. A las dos semanas localizan muertos a los tres tripulantes que viajaban en la avioneta con los pequeños, incluida la madre, pero de los niños ni rastro. Sólo algunos enseres, algunas ropas, restos de comida y ese famoso biberón del bebé Cristin que apareció junto a pisadas recientes.

En ese momento se intensificó la búsqueda. Más de 200 personas, entre militares e indígenas de la zona que no enterraron nunca las esperanzas de encontrarles con vida. Sabían que es una zona peligrosa, con animales salvajes y plantas venenosas. La selva de la Amazonas es el lugar donde más jaguares hay de todo el mundo. También hay multitud de serpientes.

La familia les informó que la niña mayor, Lesly, tenía gran conocimiento de la selva. De las frutas que son comestibles y de las que no. Además, una tía de los niños, de nombre Damarys, ha contado que la mayor de los 4 jugaba a un juego de supervivencia que les ha podido salvar la vida. Construían unos ranchitos, una especie de refugios.

Leslie tiene 13 años, estaba estudiando primero de bachillerato en ese departamento de Caquetá, en un poblado indígena en plena selva, y se ha convertido en la gran heroína de esta historia.

¿Cómo consiguió alimentar al bebé y al resto de sus hermanos? ¿Con qué peligros se han encontrado a lo largo de estos 40 días? ¿Es verdad que en algún momento han podido acceder alguno de los kits de supervivencia que han lanzado desde el aire las fuerzas armadas en las inmediaciones del avión siniestrado?

Dudas que ahora mismo no ocultan la gran alegría de la familia. Este era el momento en el que un avión medicalizado de las fuerzas armadas de Colombia llegaba a Bogotá con los niños. “Lo logramos”, era la frase que más repetían los familiares. Y luego la lógica alegría. Hemos visto a los abuelos de los pequeños. Han perdido a su hija, a la madre de los niños, que fue una de las tres víctimas que perdieron la vida en el accidente de avioneta.

Y entre medias, la agonía de no saber dónde estaban los 4 menores. El abuelo se llama Fidencio Valencia. Nunca perdió la fe ni la esperanza de reencontrase con sus nietos. La abuela, Fátima Valencia, que ha hablado de Leslie, de su nieta mayor. Cuidaba a sus hermanos cuando su madre se iba a trabajar. La niña, de 13 años, sabía perfectamente lo que les tenía que dar de comer. Las frutas de la selva que eran comestibles y luego harina y pan de yuca.

En fin, una historia de vida, de supervivencia, que ha encandilado al mundo, que seguro va a dar para una serie o un guion cinematográfico y de la que vamos a seguir contándote todas las novedades que aparezcan a lo largo de esta semana.

Sánchez huele el miedo

Donde ya no va a haber sorpresas es en las listas del PSOE para las elecciones generales del 23 de julio. Las ha aprobado el Comité Federal después de las maniobras de última hora de Pedro Sánchez que ha tratado de imponer a los suyos allá donde ha podido y se han dejado.

En Castilla-La Mancha, Page se resistió a que fuera de número 1 por Toledo, la todavía alcaldesa de la ciudad, Milagros Tolón. Y, en cambio, en Aragón, Javier Lambán se ha tenido que comer las imposiciones del jefe. Tanto en la lista de Teruel como en la de Zaragoza.

Hablaba de la alcaldesa de Tolón, que todo apunta a que no va a continuar en el cargo, y que no se lleva especialmente con Page. Coincide que es la presidenta del comité federal y le mandaba este recado.

Ni Lambán, ni Page asistieron al Comité Federal, en el que hay cargos a los que todavía les duelen las manos de aplaudir a Sánchez. Otros tienen importantes dolores de cuello de asentir sin descanso a todo lo que decía el presidente del Gobierno. Y los hay como el castellano-leonés, Luis Tudanca, que, al menos fuera, mostraron su indignación por los retoques e interferencias del aparato de Ferraz en las listas que habían aprobado en la federación regional.

Lo que dijo dentro, si es que levantó la voz, no es público porque es una reunión a puerta cerrada. Ese malestar no tuvo ningún efecto porque las listas se aprobaron por unanimidad.

Sánchez huele el miedo y sabe que sin apenas poder territorial, con serias opciones de perder, el próximo sábado, los ayuntamientos de las principales capitales, y con la posible derrota el 23 de julio, se abre una travesía en la que quiere dejar colocados a los más próximos. A cuantos más, mejor. Y así se explica su interferencia en las listas.

Es verdad que esto no es nuevo. El secretario general se guarda siempre la última carta, o al menos intenta imponerse. Como Sánchez está acostumbrado a que casi nadie le rechista de forma interna, ha llevado hasta el límite esa capacidad.

El presidente del Gobierno encaja mal las críticas, sobre todo si le llegan desde su propio partido. Por eso, lanzó un mensaje a los que barones que se ausentaron del Comité Federal y a los que previamente habían cuestionado que Ferraz metiera la mano en sus listas. Lo hizo sin citar y aprovechando que Sumar y Podemos habían llegado a un acuerdo.

Ahí deja el mensaje a los suyos, a los críticos, aunque lo camufle dentro del acuerdo entre Sumar y Podemos.

¿Qué va a hacer Podemos si no consigue meter a Irene Montero?

En Sumar no hay novedades. Los de Yolanda Díaz dan por zanjado el asunto. Ni Irene Montero ni tampoco Pablo Echenique van a ir en las listas. Todo a pesar de que cuentan aún con un plazo de 8 días, hasta el lunes 19 de junio. Dicen que las candidaturas están definidas, que están equilibradas y que el acuerdo está firmado.

¿Qué va a hacer Podemos? Tiene dos opciones. O echarse para atrás y decir: “Si Yolanda mantiene el veto, nosotros nos bajamos del barco”. O dos. Tragan, asumen que la ministra de Igualdad no vaya en las listas. Y tampoco Pablo Echenique.

El veto apunta a varias razones. Dos fundamentales:

Todo lo que digan los dirigentes de Podemos, como Lilith Verstrynge , forma parte del postureo. Pregunta a Vestringe y a Belarra. ¿Si no están de acuerdo por qué lo han firmado entonces?"