Lorena Fernández: "Sorprende que como juez Marlaska desconozca la ley para la devolución de inmigrantes"

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Se llama Nasir. Es afgano. Ha trabajado como traductor durante años con el Ejército español desplegado en Afganistán. Hoy está escondido en Kabul, en la casa de unos familiares esperando poder huir del Estado fallido en el que se ha convertido su país: “Tengo miedo por la vida, porque aquí la vida no vale ni un duro”.

Nasir nos ha contado en 'Mediodía COPE' que al igual que varios amigos que han trabajado con España en estos últimos años está esperando instrucciones de nuestro Gobierno para salir de allí.

El aeropuerto de Kabul sigue siendo la única vía de escape para los occidentales. Aunque los talibanes ha establecido un cerco en torno a él el Ejército estadounidense mantiene cierto control sobre el aeródromo y cierto acuerdo tácito para que los talibanes faciliten ese éxodo. Desde allí están saliendo ya algunos vuelos de Francia, Alemania o la República Checa quienes están repatriando a sus compatriotas y a civiles afganos que han colaborado con estos países mientras España espera poder aterrizar en algún momento en Kabul.

Y no sabemos si por el caos generado ante esta endiablada situación o por la inoperancia de nuestro Ejecutivo pero lo cierto es que en este asunto, en la repatriación de los nuestros, vamos con más que retraso. El primer avión que partió anoche desde Zaragoza ahora mismo en está en Dubai esperando luz verde para volar hacia Kabul. El segundo aparato que en teoría iba a partir a las nueve de la mañana de hoy, desde Zaragoza, tampoco no ha despegado. Unas 500 personas entre las que está Nasir viven en estos momentos en la mayor de las incertidumbres. Él mismo también nos hacía en COPE la fotografía de Kabul, una ciudad con cinco millones de habitantes: “La parte de educación está totalmente cerrada, y los mercados de Kabul totalmente cerrados. Los bancos, los mercados… El único sitio que está abierto son los hospitales y los clínicos”

Enseguida te contamos la última hora sobre el terreno, la posición de los distintos países en esta partida donde los talibanes buscan ahora mismo reconocimiento internacional y la última hora sobre la situación la que se encuentran unos 700 chavales, inmigrantes marroquíes menores de edad que con la permisividad de Rabat llegaron a Ceuta en mayo. Cuando se cumplen tres meses del clavo que apuntaló una de las crisis migratoria más importantes de los últimos años con el país vecino, lo último es que Interior trata de devolverlos a su país de origen pero que la justicia ha paralizado esa decisión. ¿El motivo? Es que el Ministerio no ha realizado una valoración de cada caso. Para ello cada menor debe ser escuchado. Vamos, una auténtica chapuza que además no se entiende teniendo en cuenta que Fernando Grande-Marlaska antes que ministro es juez y la ley debería sabérsela al dedillo. Esteban García es es abogado y le hemos preguntado en Herrera en COPE: “El convenio en este caso cerrado con el Gobierno de Marruecos, establece que para la devolución de estos menores hay que tener una entrevista personalizada con estos menores, para recabar el consentimiento o la información general de la situación de estos menores”.

Con el lío entre Interior y Justicia abierto en canal un apunte. Estos chicos no quieren regresar a su país y muchos se han escapado de los albergues de acogida de Ceuta y deambular por las calles.