Herraiz: "Europa se ha fijado en la alarma social de la Ley del Sí es Sí y en la Ley Trans, y eso preocupa"

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Buenos días. Son las siete en Londres donde no hay ningún londinense ni ningún británico que no sepa que hoy es la coronación de Carlos III. Te damos los detalles enseguida, en estas horas previas, y antes un asunto que afecta a millones de trabajadores en España y que ha permanecido encallado desde 2020. Es lo que la patronal y los sindicatos llaman acuerdo por el empleo y la negociación colectiva, que en uno de sus puntos más importantes fija a modo de referencia la subida salarial para aquellos profesionales acogidos a un convenio marco. Afecta, por tanto, a 10 millones de personas, que son la mitad de los ocupados que hay en España.

Desde hace tres años, patronal y sindicatos no se ponían de acuerdo y en las últimas horas se ha producido un avance significativo que ahora tienen que ratificar los órganos directivos tanto de la CEOE como de los sindicatos.

Eso será pasado mañana lunes, pero ya conocemos parte de ese acuerdo. ¿Cuánto recomiendan subir los sueldos? Si se cumple este pacto, deberían subir un 4% en 2023 y un 3% durante los dos años siguientes. También incluye una cláusula de revisión con aumentos de hasta el 1% si la inflación fuera superior. Es decir, que, si la inflación está por encima de ese 4 o de ese 3% de subida, se podrá aplicar esa cláusula adicional.

El parto ha sido complicado y no sólo por los tres años que han pasado desde que caducara el acuerdo anterior. En todo este tiempo, la inflación se ha disparado mientras que a los sueldos les ha costado moverse, con una pérdida de poder adquisitivo cada vez mayor que no recupera este acuerdo.

El anuncio llega en una semana en la que los sindicatos volvían a amenazar a los empresarios en los mensajes del primero de mayo. Sabían que el acuerdo estaba cerca pero Pepe Álvarez y Unai Sordo tuvieron que mantener el tono mitinero ante los suyos. .

La estrategia de los sindicatos esta legislatura es para analizar con calma. El acuerdo con la CEOE después de muchos meses en los que no sólo UGT y CCOO han situado a los empresarios en el centro de la diana. También el propio Gobierno.

PSOE y Podemos se han venido retroalimentando con los sindicatos. CCOO y UGT, cargando contra los empresarios, justifican su silencio en las calles, su falta de protestas contra el Gobierno y luego el Ejecutivo reparte alegrías y cariños en forma de subvenciones. Esto no ha cambiado nada. Solo hay una cuestión que es inédita en estos sindicatos. Sánchez va agotar la legislatura sin que le hayan convocado una huelga general. Todos los presidentes han tenido la suya, menos Sánchez. ¿Ha habido motivos? Que se lo pregunten a los trabajadores, que han visto cómo se empobrecían cada vez más. Y los sindicatos han callado. Todo en orden.

2022 se cerró con una inflación del 8,4% y la subida media de los sueldos fue del 2,8. Este acuerdo, que sólo recomienda, que no obliga a las empresas a aplicar los incrementos, no equilibra la balanza pero sí que lleva a una situación de eso que llaman paz social. ¿Qué ha hecho el presidente del Gobierno? Colgarse la medalla. El pacto ha llegado a tres semanas para las elecciones municipales y autonómicas, a medio año para las generales y lo presenta como un éxito suyo.

Lejos de cómo lo van a tratar de rentabilizar políticamente, este acuerdo entrer patronal y sindicatos es una buena noticia.

De lo que no dice abslutamente nada en sus mítines es sobre las consecuencias de la ley del sólo sí e sí. Lo último es el rapavolvos que nos ha dado Europa. En febrero, una delegación del parlamento europeo vino a España para comprobar las políticas de protección de la mujer.

Y llegaron a una conclusión evidente. Ley Montero, que fue la Ley Sánchez, estaba generando entonces alarma social. Tampoco había que ser un lince para verlo. Estuvieron apenas tres días que fueron suficientes para percatarse de lo que estaba ocurriendo. Entonces eran menos, pero hoy conocemos que ha provocado 1025 rebajas de condena a violadores y pederastas y 105 excarcelaciones.

A los parlamentarios europeos, el Consejo General del Poder Judicial les dijo que el daño que estaba provocando la ley era profundo e irreparable. Se van a seguir produciendo revisione de pena a la baja, eso ya nos lo han contado, pero sí que es verdad que a partir de ahora, los casos que se juzguen lo harán con las nuevas penas que ha incorporado el Gobierno gracias al apoyo del PP.

Esto sigue siendo un elemento fundamental de la campaña de Podemos para distanciarse de los socialistas. Sánchez esconde que tuvo que recurrir a los votos del PP para poner freno al desaguisado y en Podemos, al ministra Irene Montero, sigue mirando al PSOE.

La delegación del Parlamento Europeo se ha fijado en la alarma social de la ley del sólo sí es sí y también en la ley trans. Aquí no hay reforma a la vista y esto preocupa a Europa. Y recurre a cuestiones que se han avisado desde España. Como las dudas jurídicas en torno a los menores que deciden cambiar de sexo y que, a prtir de los 16 años, no tienen que contar con el visto bueno de los padres. Acudiendo al registro, sin más.

En todo caso, se trata de un informe preliminar. Los miembros de la delegación tienen hasta el 12 de mayo para presentar sus comentarios.

Son 42 páginas a las que ha tenido acceso COPE en las que, entre otras cuestiones, se recoge que la ministra de justicia, Pilar Llop, reconoció que no se habían examinado las consecuencias que la ley trans tiene al colisionar con la ley contra la violencia de genero. O cómo varias asociaciones han alertado a los eurodiputados de las consecuencias en los menores de edad y en los discapacitados.

Y luego hay una novedad relevante en la guerra de Ucrania. Te hemos hablado más de una vez del grupo de mercenarios Wagner.

Es una organización paramilitar de origen ruso que no forma parte de la propia estructura de los ejércitos del Kremlin pero que cuenta con financiación del Gobierno y de sus estructuras satélite.

Como en todo grupo clandestino hay muchas cosas que desconocemos. Pero a principio de año, los servicios de inteligencia de Reino Unido establecieron que el grupo Wagner contaba con hasta 50.000 efectivos, que no son pocos. Están repartidos también por puntos estratégicos de África. Allí donde hay follón, ahí están estos de Wagner como en Libia, Sudán o Mali.

Lo que es evidente es que, en Ucrania, se han convertido en una herramienta clave de la ofensiva rusa. La estrategia militar de Moscú, sin ser un rotundo fracaso, no ha cumplido los objetivos que Putin se marcó en un primer momento. Y esa estrategia pasaba por una invasión casi relámpago, por la rápida rendición de los ucranianos y la toma del país vecino. Nada de eso se ha cumplido y en ese momento los mercenarios de Wagner cada vez han sido más relevantes en el frente.

Hasta tal punto de que, en diciembre, Rusia les registró como una entidad legal. No dijeron que son mercenarios y que combaten en el frente, sino que son una empresa dedicada a labores de consultoría, que es la forma eufemística que tienen de llamar a un grupo que ha causado en Ucrania muchas muertes y mucho dolor.

El líder de este ejército paramilitar es un tal Evgeny Prigozhin. Los que se mueven en el ámbito de Putin no anda descalzo ninguno y este Prigozhin hizo una gran fortuna en el ámbito de la restauración. Le llamaban el cocinero de Putin.

Es protagonista Wagner y sobre todo su jefe porque se ha grabado un vídeo en uno de los puntos donde se están librando las batallas más duras. En la ciudad ucraniana de Bajmut, el líder de los mercenarios enseñaba supuestos soldados muertos y ha hecho un anuncio. El 10 de mayo se irán de allí porque acumulan demasiadas pérdidas humanas y porque el Gobierno de Putin no les suministra la suficiente munición.

Después se ha dedicado a insultar al ministro de Defensa ruso y al jefe del Estado Mayor. Ahora hay que ver si cumplen o forma parte de una estrategia dirigida desde Moscú, que no parece.