"Es evidente que hay que mejorar el sistema de alertas, pero no hay sistema perfecto que evite la responsabilidad personal"

Muy buenos días a los madrugadores del fin de semana, muy buenos días a la gente, gente En este sábado 16 de noviembre. 

Hace unas horas el Rey, que ha presidido la Cumbre Iberoamericana en Ecuador, ha dicho que no debemos olvidar las lecciones que hemos aprendido con motivo de la DANA de Valencia. Hay muchas lecciones que aprender, lecciones sobre el sistema de alertas, lecciones sobre el cambio climático y hay una lección muy importante de la que se habla poco. 

Ayer estuve hablando con Miguel García-Baró sobre las preguntas que suscita la DANA, las preguntas sobre el sentido de la vida. Me decía Miguel García-Baró que en cualquier momento podemos ser víctimas de un acontecimiento parecido al de la DANA. Pensamos que una DANA o una tragedia como esa nunca se va a producir y la tragedia ha suscitado preguntas que teníamos olvidadas o escondidas. 

Preguntas que me decía García-Baró, el filósofo, esas preguntas deberían estar presentes en nuestra vida cotidiana y eso ayuda a que cuando llegue una cosa como esta, cuando llegue una tragedia, uno no se sume la desesperación. 

Mañana escucharemos esa conversación de forma amplia, escucharemos toda la conversación que he tenido con García-Baró. 

Tenemos un tiempo para este sábado que se estabiliza, van terminando los últimos coletazos de la DANA que hemos sufrido esta semana. Ojo, que después de la DANA del 29 de octubre todo nos parece poco, pero la DANA de esta semana ha sido una dana importante. Solo en Málaga, por ejemplo, esta semana se han inundado 700 edificios y el agua ha alcanzado de media 14 centímetros, que no es poca cosa. 

Y en Valencia, cuando ya se han cumplido 20 días de la tragedia, estamos todavía lejos de la normalidad. En Paiporta y en Catarroja, que es donde la gota fría se ha cobrado más muertes, se sigue trabajando para limpiar las calles, pero desde que el agua se volviera loca, los polígonos industriales están sin tocar. 

Esto hace que la DANA siga haciendo daño, mientras las empresas no vuelvan a levantar la persiana, la DANA seguirá haciendo daño. Pero no es de esto de lo que se ha hablado en las últimas horas. De lo que se ha hablado en las últimas horas, fundamentalmente, es de la comparecencia de Mazón en las Cortes Valencianas. 

Una comparecencia muy esperada, con una intervención inicial larguísima, dos horas y media de intervención inicial, y una comparecencia en la que no ha habido sorpresas. Mazón no ha dimitido. Seguro que lo sabe ya a estas horas. 

Mazón no ha dimitido y Mazón dice que bueno, que ya veremos, que ahora se va a dedicar a la reconstrucción y que ya veremos más adelante lo que sucede. 

Nadie esperaba que Mazón dimitiera. Feijóo, que no quiere que la mala gestión de Mazón le salpique, pidió ayer hacer bien las cosas a partir de este momento. Claro, si Feijóo dice que hay que hacer las cosas bien a partir de este momento, está reconociendo que las cosas se han hecho mal. 

En este asunto de la gestión de Mazón, la posición de Feijóo ha sido contradictoria, porque Feijóo pidió en su momento que Sánchez declarase zona de emergencia nacional, la zona afectada por la DANA, y eso supondría que Mazón dejase de estar al frente de la gestión. 

Pero a la vez que pedía eso, Feijóo no ha empujado a Mazón a pedir él a Sánchez la zona, la declaración de zona de emergencia nacional. 

Ya digo, comparecencia de Mazón sin novedades. Remodela su gobierno, una vicepresidencia para la recuperación, una consejería de emergencias interior, una comisión de investigación. Ya sabemos a dónde van las comisiones de investigación. Mazón ha reclamado al gobierno central 31.000 millones de euros y Mazón reconoció errores, pero de forma tan imprecisa que en realidad los quiso justificar y le echó la culpa al sistema. 

Esto no es asumir responsabilidades, echarle la culpa al sistema. Es evidente que hay que mejorar el sistema de alertas, pero no hay sistema perfecto que evite la responsabilidad personal.