"Las guerras tienen que ser cortas y Netanyahu hace exactamente lo contrario"

El director de 'La Mañana Fin de Semana' analiza los últimos bombardeos de Israel en el Líbano y explica cuál será el siguiente escenario en la guerra

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Este es el sonido de lo que ha sucedido esta noche en Beirut, el bombardeo más intenso lanzado por Israel contra el Líbano, el bombardeo más intenso en el último año. 

Munición pesada, bombas de hasta una tonelada que han destruido seis edificios de apartamentos. El objetivo era la ejecución de Nasrallah, el actual líder de Hezbolá. No ha conseguido Israel sus objetivos. Dice el Ministerio de Sanidad libanés que hay al menos seis muertos desde que comenzasen los ataques hace unos días.

Hay ya 700 muertos y 200.000 desplazados. Nos vamos hasta el Líbano.

Noche horrorosa en el Líbano, se siguen escuchando las bombas. Netanyahu en su intervención en Naciones Unidas ha asegurado que no va a parar, rechaza un alto el fuego.

Acabamos de hablar con Luis Grinberg, que es profesor en la Universidad Ben Gurion de Israel y nos ha dicho que esta guerra no se puede ganar y que Netanyahu abre otro fuente, por interés propio, por interés partidista, por interés personal.

Netanyahu no ha ganado la guerra en Gaza casi un año después, no ha conseguido poner en libertad a los rehenes que siguen libres. El balance en Gaza son 40.000 muertos, en el Líbano ya hay 700 muertos, 200.000 desplazados y la guerra en el Líbano, Israel no la puede ganar.

      
             
      

Ben Gurion, el fundador del Estado de Israel, decía que las guerras tienen que ser cortas. Netanyahu hace exactamente lo contrario.

Desde hace tiempo los ganaderos cántabros mantienen una lucha contra la protección, la protección de la que disfruta el lobo en la región de Cantabria. La Unión Europea ha iniciado un proceso para rebajar ese nivel de protección en contra del criterio de Sánchez. Ayer estuvo la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, reunida con Sánchez, le pidió que apoyase la rebaja de la protección para el lobo y Sánchez le dijo que no.

Sánchez también le dijo que no a la presidenta de Cantabria a su petición de que se retirase la idea de una financiación singular para Cataluña. Ha seguido Sánchez recibiendo a los presidentes autonómicos.

      
             
      

Ayer la presidenta de Cantabria, el presidente de La Rioja, Gonzalo Cabellán, también estuvo con Sánchez y Adrián Barbón, presidente socialista de Asturias, los tres, también Barbón, criticaron ese sistema de financiación singular. Sánchez hace oídos sordos. Es curioso porque la ministra de Hacienda, la ministra Montero, no nos cuenta en qué consiste el sistema de financiación singular. La ministra Montero, con su exuberancia metafórica, habla de una mirada nueva. ¿Cómo se puede llamar a un sistema de financiación? Mirada nueva.

Un sistema de financiación es algo que tiene que ver con los impuestos, no con las miradas. Bueno, pues en sede parlamentaria Montero no dio detalles de ese nuevo sistema de financiación. Ayer en un corrillo con periodistas, dijo que en realidad solo se trata de transferir las competencias plenas de Cataluña en el IRPF y que el resto era una vocación. Con respecto a la financiación singular para Cataluña, que es como se llama el modelo que hemos acuñado en ese acuerdo y que dice muy claramente cuál es la vocación que tienen de autogobierno determinados partidos políticos y, por tanto, cómo podemos acompañar esa vocación de autogobierno y lo que se habla es de que de forma paulatina la vocación consiste justamente en recaudar la gran parte de los impuestos que se recaudan en Cataluña.

Otra vez la ministra Montero víctima de su exuberancia metafórica. En ocasiones el sistema de financiación es una mirada nueva. En otras ocasiones, como ayer, es una vocación. La ministra Montero dice que lo pactado simplemente es la transferencia del IRPF y que el resto es vocación, el resto de los impuestos es vocación. Pues no es eso, no es eso lo que dice el acuerdo del PSC con Esquerra. El acuerdo dice claramente que se trata de una transferencia completa de los impuestos.

      

Para Cataluña la gestión de todos los impuestos y para las comunidades gobernadas por el Partido Popular la amenaza de que si no aplican la ley de vivienda como quiere el gobierno no van a recibir las comunidades autónomas los fondos de la administración central para la gestión de la política de vivienda.

El jueves la ministra Isabel Rodríguez, que ahora es la ministra de vivienda, pues apuntando a Ayuso amenazó con que si Ayuso no aplica, la presidenta de la Comunidad de Madrid no aplica la ley tal y como quiere el gobierno, pues que no recibirá esos fondos. Es que esto no va de pelearse con el gobierno, esto no va de darle zancadillas a Pedro Sánchez, señora Ayuso, esto va de que hay miles de madrileños y madrileñas que sufren por su insumisión a la ley.

Ayer Isabel Rodríguez tuvo un acto aquí en Madrid, no habló, sí habló la ministra Montero. Después de que la Comunidad de Madrid dijese, la Comunidad de Madrid dijese que se le estaba amenazando, que se le estaba chantajeando, Montero respondió. Si alguien a no cumplir la ley, a que los recursos públicos vayan a quien lo necesita, lo llama condicionalidad o chantaje, pues entonces tiene un problema político.

La ley de vivienda entró en vigor en 2023. La ley de vivienda tenía un problema que es la posible invasión de las competencias autonómicas, porque las competencias en materia de vivienda son de las comunidades autónomas. Esto se recurrió, lo recurrió la Junta de Andalucía ante el Tribunal Constitucional, que le dio el visto bueno a la ley de vivienda.

Pero esta ley de vivienda la tienen que aplicar en algunos aspectos las comunidades autónomas. ¿Por qué? Para combatir el problema que hay en España con el precio del alquiler, que es un problema muy serio, la ley de vivienda adopta una solución que es limitar la subida del precio del alquiler en lo que se llaman las zonas tensionadas.

Esta fórmula de limitar el precio del alquiler no funciona. No ha funcionado en Barcelona, no ha funcionado en aquellas ciudades con problemas que lo han aplicado en el resto de Europa y no funciona por una razón muy sencilla. En España falta oferta.

No salen al mercado muchas viviendas que podrían salir para ser alquiladas. ¿Por qué? Porque los propietarios tienen miedo. Si tú le pones, como hace el gobierno o pretende hacer el gobierno, un techo a la subida del precio del alquiler, consigues el efecto contrario al que estás buscando. Los propietarios de las viviendas tienen menos incentivos para sacar esas viviendas al mercado. Se retira la oferta, el precio sube. La ley establece que se limita la subida del precio del alquiler en las zonas tensionadas.

En 2024 se establecía un límite de subida del 3%. Desde luego la subida del precio del alquiler es en España bárbara. Otra cosa es que la ley de vivienda sea efectiva. Las zonas tensionadas tienen que ser declaradas zonas tensionadas por las comunidades autónomas. ¿Qué está haciendo la Comunidad de Madrid? No declarar zonas tensionadas, con lo cual no entra en vigor el límite al precio de la subida de los alquileres. El gobierno que quiere que se aplique la ley de una determinada manera, amenaza con no transferir el dinero previsto para la política de vivienda. Si el gobierno tiene algún problema sobre cómo están aplicando las comunidades autónomas, la ley de vivienda tendrá que ir a los tribunales.

Pero no puede condicionar la transferencia de recursos a una ejecución política de la ley de vivienda. O sea, el dinero es de los contribuyentes. El gobierno no cierra o abre el grifo, o no puede o no debe hacerlo según criterios políticos. Ya digo, todas las competencias en materia fiscal para Cataluña, porque Sánchez necesita los votos de Esquerra, también los de Junts, utilización del dinero de la política de vivienda con criterios partidistas, en la relación con las comunidades autónomas gobernadas por el PP, diferencia de criterio claramente sobre el respeto a la autonomía de una comunidad autónoma, en el caso de Cataluña es más que respeto, es ceder algo que según la Constitución no se puede ceder.