El hartazgo de los venezolanos en España tras la toma de posesión de Maduro: "Sabemos más en el extranjero que en Venezuela"

Fernando de Haro visita varios locales de Vallecas, uno de los barrios con más venezolanos de Madrid, para conocer los testimonios de algunos de los 142.000 exiliados que hay en la provincia

Luis Calabor

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

      
      
             
      

La situación política en Venezuela sigue siendo un torbellino de incertidumbre y tensión. La reciente toma de posesión de Nicolás Maduro, en un ambiente plagado de denuncias sobre fraude electoral y represión política, ha profundizado la desesperanza de miles de venezolanos que, a pesar de la distancia, no dejan de seguir cada minuto de lo que ocurre en su país natal. En España, país que acoge a más de 212.000 venezolanos, muchos de ellos en Madrid, la voz de esta comunidad se hace sentir con fuerza. Fernando de Haro, en La Mañana del Fin de Semana de COPE, ha recorrido el barrio de Vallecas, uno de los epicentros de la diáspora venezolana, para recoger los testimonios de aquellos que han tenido que reconstruir su vida lejos de casa.

Frente a la tienda El Yaque, Fernando de Haro entrevista a Yolanda, su dueña, quien emigró hace seis años junto a su familia. “Nos vinimos buscando una calidad de vida para mis padres”, explica mientras atiende a los clientes. La crisis sanitaria en Venezuela fue uno de los detonantes: “Mi mamá era diabética y desgraciadamente allá no había medicinas ni las posibilidades económicas”. Yolanda recuerda cómo la situación política y económica la obligó a cerrar su negocio en Venezuela y comenzar de nuevo en España. Aunque agradece la acogida de los españoles, confiesa que emprender en un país nuevo no ha sido fácil: “Es un poquito difícil; tienes que captar público y a veces cuesta”.

Son bastantes los venezolanos que se han instalado en el barrio madrileño de Vallecas

Ante la pregunta sobre los últimos acontecimientos en Venezuela, Yolanda se emociona: “La esperanza de volver a trabajar en tu país se pierde cuando ves lo que pasa”. Aunque afirma que le gustaría regresar, asegura que no lo ha hecho desde que emigró. “Te llevas tu vida en una maleta, es difícil volver a empezar”, comparte con lágrimas en los ojos.

En el bar Merecumbé, otro rincón de Vallecas, Jonaily, venezolana residente en España desde hace tres años, comparte sus inquietudes. “No sabemos qué pueda pasar, pero todos estamos preocupados”, dice sobre la situación en Venezuela. Con familiares todavía en el país, Jonaily lamenta cómo las conversaciones se han vuelto restringidas por miedo a represalias: “Allá no se habla nada de la situación. Sabemos más nosotros acá en el extranjero que ellos allá”.

En el mercado de Vallecas, Fernando conversa con Heides, propietaria de un puesto que ofrece comida típica venezolana. Mientras prepara empanadas de carne mechada, Heides describe cómo el comunismo transformó a Venezuela: “Era un país próspero donde muchas personas migraban buscando oportunidades, pero el socialismo disfrazado nos igualó hacia abajo”. Emigró tras dejar atrás su hogar y negocio, movida por el deseo de proteger a su familia. Y, ahora, busca el sueño de poder volver algún día. Que, por desgracia, no parece tan cercano como le gustaría.