‘El juego del calamar’, la serie que preocupa a padres y docentes

No se habla de otra cosa. ‘El juego del calamar’ está en boca de todos. Es la serie del momento. El argumento ha cautivado a muchos y horrorizado a otros. De producción coreana, se basa en un grupo de personas que arrastran muchas deudas y tienen que participar en una serie de juegos infantiles en los que si pierdes, te ejecutan. Solo puede quedar uno, el ganador se llevará un botín multimillonario.

Ya la han visto 111 millones de personas en todo el mundo. ¿El problema? Que entre esos visionados están los de niños y adolescentes. Y el boca a boca ha hecho que incluso se intente jugar a esta serie en los patios de los recreos. Muchos colegios ya han registrado un aumento de la violencia en los comportamientos, incluso hay centros que, de cara a Halloween, han prohibido los disfraces del ‘Juego del Calamar’.

El debate está servido. ¿Qué ocurre si los niños la ven? ¿Cómo han accedido a ella? ¿Son más violentos? En ‘La mañana de Fin de Semana’ hemos intentado aclarar todas las dudas.

Partimos de una premisa clara: la edad recomendada para ver esta serie es mayores de 16 años. ¿Qué ocurre si la ven menores de esta edad? Como explica el psicólogo Marc Massip, si un menor ve este contenido con violencia explícita “su cerebro no está madurativamente preparado para entender que esta serie es una crítica a la pobreza del país y no están preparados para esta reflexión. Por lo tanto, pueden imitar conductas”.

Muchos padres tienen claro que sus hijos tienen prohibida verla pero en los tiempos que corren, con las tecnologías tan accesibles para los niños y adolescentes es muy complicado acotar el campo. Por eso, el psicólogo infantil, Javier Urra, recomienda en COPE enseñar una parte de la serie y explicar de qué trata como método para saciar la curiosidad de los menores y no busquen por su cuenta.

Pero si vamos más allá, hay que analizar el por qué del atractivo de esta serie. En COPE, hemos hablado con Alberto Nahum, experto en series y profesor de la Universidad de Navarra que recientemente ha publicado un libro llamado ‘Series contra cultura’. Apunta que el éxito repentino de esta serie tiene que ver con la historia que “sorprende y horroriza al espectador por la brutalidad de las pruebas y por otro lado, el juego entre lo infantil y lo adulto”. Lo que está claro es que esta serie no es apta para ojos sensibles.