Tres años del horror en la Sala Bataclan: "Daesh aún no ha desaparecido"

Han pasado ya tres años de los atentados de París en la sala Bataclan, quizás el punto de mayor terror global provocado por Daesh, el mal llamado Estado Islámico. Pasado todo este tiempo ¿sigue siendo esta organización terrorista la amenaza que era? ”Afortunadamente ha sufrido importantes reveses. La coalición internacional -que tardó en conformarse para enfrentarse a este grupo-, ha tenido éxitos significativos a lo largo del último año y el Daesh ha perdido una parte significativa de su territorio, lo que ha limitado su capacidad para llevar a cabo atentados terroristas más allá de Siria e Irak”, explica Rogelio Alonso, profesor de Ciencia Política de la Universidad Rey Juan Carlos.

No obstante y pese a estos reveses “no se puede asumir que haya desaparecido en su totalidad. Lo que ha conseguido Daesh es generar una inspiración que pude servir a otros individuos sin conexión con ellos para llevar a cabo atentados como el de Barcelona".

PINCHA AQUÍ PARA ESCUCHAR LA ENTREVISTA COMPLETA

Se trata de un terrorismo que “busca una alta indiscriminación y letalidad”, lo que provoca un miedo generalizado. “Es el efecto que busca el terrorista”, afirma Alonso. Sin embargo advierte que “ante la amenaza terrorista es importante que la sociedad se muestre resistente, sin entrar en un estado de alarma que pueda llevar a reacciones desproporcionadas”.

Precisamente sobre terrorismo, -en este caso de ETA-, habla Rogelio Alonso en su libro 'La derrota del vencedor' (Alianza Editorial) en le que cuestiona el discurso oficial sobre la derrota de la banda terrorista. “ETA pudo haber sido derrotada pero desgraciadamente los últimos gobiernos de nuestra democracia la indultaron, se conformaron con que dejara de matar, -que es un logro importante-, pero renunciaron a la derrota política, social y cultural". Por eso, señala "el PNV propone hoy un estatuto en el que se recoge el mismo objetivo por el que ETA mató; el reconocimiento de Euskal Herria como comunidad política”.

"La derrota de ETA no se ha producido cuando la ideología nacionalista por la que mató sigue vigente y beneficiándose de la terrible cosecha de asesinatos llevados a cabo durante décadas”, concluye.