Tazones, el pueblo que encandiló al Rey Carlos I de España y V de Alemania

En Lugares con Historia nos acercamos a este coqueto municipio asturiano que forma parte de la Red de Pueblos más bonitos de España

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Tazones, el pueblo que encandiló al Rey Carlos I de España y V de Alemania

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Hace 502 años, el joven príncipe Carlos de Gante, quien llegaría a ser el Rey I de España y V de Alemania, el hombre más poderoso de la tierra en su época, puso pie por primera vez en suelo español, procedente de Flandes. Lo hizo un 19 de septiembre de 1517. Y ese primer pie lo puso en Tazones, que es un pequeño pueblo marinero situado en el municipio de Villaviciosa, en pleno corazón de la Comarca de la Sidra, en el Principado de Asturias. Así que visitar Tazones es hacer un auténtico viaje en el tiempo.

Este hecho histórico ha marcado desde siempre la vida de esta villa marinera, que ahora tiene unos 300 habitantes, con una amplia tradición ballenera, y donde atracaron navíos tanto nacionales como extranjeros. Es una postal preciosa: el contraste entre el azul del Cantábrico, el verde de la costa asturiana y los tonos multicolor de las casas marineras que cuelgan sobre las laderas del pueblo.. Dos cosas más: Tazones forma parte de la Red de Pueblos más bonitos de España y fue el escenario elegido para rodar el anuncio de la Lotería del año 2016. Y por si todo esto fuera poco, este coqueto pueblo forma parte de las llamadas Rutas Imperiales de Carlos V en Europa.

En ese primer viaje, el futuro Carlos I llegó desde Flandes para tomar posesión de los reinos de sus abuelos, los Reyes Católicos. Y tras ser recibido en Tazones, se trasladó a la cercana localidad de Villaviciosa en la que pasó cuatro días, se alojó en la Casa de los Hevia. Nos lo ha explicado Miguel Ángel Naredo, responsable del Servicio de Promoción Turística Mancomunidad Comarca de la Sidra, en Asturias

¿Cómo recibieron al futuro Rey las gentes de Tazones? Dicen las crónicas que con palos y a la defensiva. Se asustaron al principio al ver aquella enorme flota que llegó a su costa por culpa de una tormenta que les desvió de su ruta. Su destino original era Santander. Los lugareños pensaron que eran enemigos aunque luego se tranquilizaron y pronto se pusieron a su disposición. También las crónicas cuentan lo sorprendido y prendado que se quedó el emperador con aquellas gentes y con aquel paisaje, con esa joya en el Cantábrico.

De una visita a Tazones, podemos destacar los barrios de San Miguel y San Roque, que desde 1991 están declarados “Conjunto Histórico- Artístico” por el Principado de Asturias. Es muy recomendable perderse por sus callejuelas empedradas y observar el Cantábrico desde el puerto. Y justo en el Barrio de San Roque está la Casa de las Conchas, que es una de las más fotografiadas de toda Asturias.

Destacamos, por supuesto, el Puerto Pesquero, donde desembarcó Carlos V. Dado su privilegiado enclave, tuvo mucha importancia durante los siglos XIV, XV y XVI a consecuencia de la pesca de ballena y al comercio marítimo. La captura de cetáceos era un negocio muy próspero por aquel entonces.

Visita también obligada es la playa de Tazones, con su estupenda arena dorada. Pero sobre todo lo más especial es que en uno de los pedreros de la playa, se pueden ver huellas de dinosaurios. Estamos ante uno de los más importantes yacimientos de huellas de dinosaurios del Jurásico de toda Europa.

Y, desde luego, además de por su su riqueza histórica, y de su belleza, Tazones es famosa por su arte culinario. Con sus exquisitos mariscos como el centollo o el bogavante y sus pescados frescos, lubina, merluza, salmonete, rape o lenguados. y exquisitos arroces de marisco. Y todo regado, por supuesto, con una buena sidra.