"Tuve claro que eran los libros los que me iban a ayudar"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La lectura se convirtió en el salvavidas de muchos en lo más duro del confinamiento. Según la Federación de Gremios de Editores de España en este periodo el porcentaje de lectores frecuentes, es decir, los que leen al menos semanalmente, aumentó en siete puntos porcentuales, hasta alcanzar el 57%. Un dato que se traduce en que dos millones y medio de personas habrían recuperado, iniciado o impulsado el hábito de la lectura.

Uno de ellos es Víctor. Desde hace cuatro años pertenece a un club de lectura. Todos los meses pone en común con sus compañeros la opinión que le merece el libro que han leído. Pero fue a raíz de decretarse el Estado de alarma y ante la imposibilidad de trabajar, cuando los libros se convirtieron en el mejor pasatiempo. De leer un libro al mes pasó a leer tres todas la semanas, “necesitaba evadirme de la situación tan dramática que estábamos viviendo”, señala.

Si hablamos de libros que han servido de refugio y acompañía durante el confinamiento tenemos que hablar de la biblioteca 'Resistiré'. Se puso en marcha en el hospital que se montó en IFEMA. Su impulsora, Ana Ruiz, supo desde el instante en el que pisó el pabellón 5 que los libros le iban a ayudar a cuidar a sus pacientes. “Todos los que trabajábamos allí necesitábamos ayudantes, ayudantes en potencia y tuve claro que eran los libros los que me iban a ayudar”.