Asesinada a puñaladas para que no pidiera socorro: el caso sin resolver de la enfermera del Gregorio Marañón

En 'La Noche de Adolfo Arjona' recordamos con la periodista de sucesos Cruz Morcillo el caso de Isabel, la enfermera del hospital Gregorio Marañón

Redacción La Noche de Adolfo Arjona

Málaga - Publicado el - Actualizado

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El 2 de junio de 1991, en las inmediaciones del hospital Gregorio Marañón, Isabel, una enfermera de 32 años, acabó su turno a las siete de la mañana y se dirigió a su vehículo, un Seat Ibiza. Probablemente pensaba volver a casa después de una larga noche de trabajo, desayunar algo, ducharse y meterse en la cama. Probablemente aquellos eran los planes de Isabel, pero… Sin embargo, jamás llegó a casa.

Su cuerpo fue encontrado nueve días después con catorce puñaladas en el costado izquierdo y en la nuca. La policía llegó a tener un sospechoso: Juan Carlos Martínez Pascual, de 33 años. Sin embargo, nunca pagó por la muerte de Isabel, la enfermera del Gregorio Marañón.

La periodista Cruz Morcillo, especializada en sucesos y en información policial en ABC y colaboradora de COPE, ha detallado en ‘La Noche de Arjona’ lo que ocurrió aquel 2 de junio del 91: “la Policía se centró en una posible desaparición voluntaria con su familia o con sus hijos. O si tenía problemas a nivel laboral o algún amante. Y vieron que no tenía ningún problema. Simplemente fue a trabajar y cuando salió no se volvió a saber de ella. Se descartó la hipótesis de que fuera nadie de su círculo”.

“Se encontró el cadáver apuñalado dentro de su propio coche en un estado avanzado de descomposición el día 11 de junio. Tenía 14 puñaladas en el costado izquierdo y en la nuca. Isabel se resistió a la agresión sexual. El autor la apuñaló para que no pudiera pedir ayuda ni escapar”, ha concretado Cruz Morcillo.

Carlos Martínez Pascual era un individuo con antecedentes de este tipo de casos. “Había ya sido condenado. Él ya había salido de la cárcel y coincidía con el caso y tenía vinculación con un hospital. Le detuvieron pero el juez se negó a imputarle por insuficiencia de pruebas”, ha precisado Cruz Morcillo.

El caso quedó abierto e inconcluso pero el sospechoso tenía una lista de matrículas de los vehículos de numerosas mujeres que trabajaban en los grandes hospitales de Madrid. Entre ellas estaba la de Isabel. El juez determinó que no era una prueba suficiente para condenar a Carlos Martínez Pascual.