LA NOCHE DE ADOLFO ARJONA
El auténtico origen de la expresión 'sibarita': ¿Qué tiene que ver con Grecia?
Desde el origen de la palabra sibarita hasta la prohibición de llevar pan en las expediciones al espacio. Todo te lo descubrimos en 'La Noche de Adolfo Arjona'
Málaga - Publicado el - Actualizado
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Si pensamos en una persona sibarita, solemos asociarlo a alguien refinado que disfruta de los placeres de la vida, especialmente los gastronómicos. Si acudimos a la definición de la Real Academia Española descubrimos que también se define así a las personas naturales de Síbaris, una antigua ciudad griega que estaba situada en el sur de Italia.
En 'La Noche de Arjona', María José García Soler, autora del libro 'El arte de comer en la antigua Grecia', ha explicado que el término sibarita proviene de Síbari, una ciudad conocida en la civilización griega “por un lujo desmedido. En aquella época, cuando un cocinero inventaba un plato, poseía los derechos de autor durante un año, en el que nadie podría reproducirlo”.
Al margen de lo que ocurría en aquel rincón de la civilización griega, donde el gusto por el lujo y la vida reposada era la gran afición de sus habitantes, la profesora García Soler nos lleva hasta el año 1.200 a.C. Existía entonces una clara diferencia entre ricos y pobres que se escenificaba en la alimentación. Por ejemplo, la cerveza era considerada una bebida para los bárbaros, mientras que los griegos preferían el agua (símbolo de pureza) y el vino.
Durante su conversación con Adolfo Arjona, María José García Soler también ha contado anécdotas como la de la sopa negra elaborada con sangre, que tomaban los espartanos porque su sabor tan desagradable les incitaba a luchar a morir antes que volverla a comer. Entre otras costumbres destaca la experta que los griegos participaban en un ritual dedicado a la diosa de los cereales. Un ritual en el que bebían 'kykeon', una bebida refrescante, que según dicen, provocaba alucinaciones, por lo que aquellos que la bebiesen no podían contar lo que sucedía.
ANTIGUO EGIPTO
Arjona también ha contado con la participación de Pablo Orduna, docente de la Facultad de Ciencias Gastronómicas del Basque Culinary Center en las materias de antropología, historia y gastronomía. Orduna ha destacado las dos grandes producciones egipcias: el aceite de moringa y la miel, que estaba presente en algunos vinos. De hecho, el heredero de aquellos vinos del Antiguo Egipto es el vino de Jerez.
IMPERIO ROMANO
En el recorrido por las civilizaciones y sus costumbres culinarias, la catedrática de Latín Rosa Francia ha desmentido que los romanos practicaran una alimentación llena de excesos. “En realidad, la cocina romana era una cocina frugal de subsistencia. De hecho, existían leyes que limitaba el número de comensales en una mesa, y otras que prohibían ciertos manjares”, asegura la catedrática en los micrófonos de COPE. Es curiosa la figura del 'rey del banquete', que era la persona que iba indicando el momento en el que se debía beber y brindar, de esa manera se conseguía que nadie se descontrolara con la bebida.
Hablar del Imperio Romano es hablar del vino, del vinagre, de las especias y del 'garum', este último condimento elaborado con los intestinos, hígados y desperdicios de algunos pescados. Con todos esos productos los romanos conseguían dar sabor a las carnes que estaban insípidas por la manera que tenían de cocinarlas.
EDAD MEDIA
En lo que respecta a la Edad Media, el pan es el alimento más emblemático según ha explicado Almudena Villegas, historiadora y escritora de 'Grandes maestros de la historia de la gastronomía'. En este momento de la historia se empieza a atender a la salud y se crean recetarios específicos, como un guiso para una recién parida o platos especiales para niños y mayores que no tenían dentadura. Como refleja el cine, durante la Edad Media se le daba mucha importancia a la comida... sobre todo, a disfrutar de la comida.
EL ESPACIO
En el recorrido por las distintas culturas y su relación con la comida, 'La Noche de Adolfo Arjona' da un salto al espacio con la ayuda de Rosa Marti, miembro del departamento de exposiciones del Museo de las Ciencias de Valencia y responsable de las exposiciones de temática espacial, es licenciada en física máster en astronomía y astrofísica.
Esta experta afirma en los micrófonos de COPE que actualmente ha mejorado mucho la calidad, el sabor y la variedad en los alimentos que se pueden comer en el espacio, casi como si los astronautas estuvieran en la Tierra. Previamente, los tripulantes pueden seleccionar el menú que posteriormente tomarán en la Estación Espacial Internacional.
Aún así, hay alimentos que no están permitidos, porque pueden dañar la salud de los astronautas o del equipo técnico, como el pan, cuyas migas pueden volar y estropear algún equipo. El plan de alimentación de los astronautas se plantea atendiendo a las atrofias musculares o pérdidas de masa ósea. Marti ha explicado que cada país “aporta su plato más típico al menú, por ejemplo la agencia japonesa ha creado unos noodles deshidratados. Incluso celebran el Día de Acción de Gracias con pavo”.